jueves, 10 de julio de 2025

Japón: máximo en importaciones y alza de precios en bienes raíces

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En el ejercicio fiscal 2005 –que cierra este mes- Tokio habrá registrado un pico de importaciones desde 1996. Además, los valores inmobiliarios urbanos vuelven a aumentar desde 1990/1. Son signos evidentes de reactivación.

Según un informe preliminar difundido por el ministerio de Hacienda, las importaciones en el ejercicio fiscal que concluye el 31 de marzo habrán subido 30%, en tanto las exportaciones avanzaban 21%. En forma separada, se reveló que los precios de terrenos para uso comercial e industrial subieron 1% en Tokio, Osaka y Nagoya. Eso no ocurría desde hacía quince años.

Entretanto, el producto bruto interno habrá crecido a 5,4% de ritmo anual durante el trimestre enero-marzo. Ello supera las marcas equivalentes de Estados Unidos -apenas 1,1% anual en el cuarto trimestre de 2005- y la Eurozona (2,1%). Parte del estímulo proviene de ingresos o utilidades del sector privado nipón, pero originadas en el exterior y no sólo vía exportaciones.

El final de siete años deflacionarios y quince recesivos en la tercera economía del mundo por PBI (tras la Unión Europea y Estados Unidos) explica que el Banco de Japón (central) haya resuelto concluir con la política de tasa real cero en algún punto del ejercicio fiscal 2006/7, que se inicia en abril. “En esta nueva fase, la demanda interna se muestra inesperadamente dinámica. El público empieza a gastar más y se esfuma el riesgo deflacionario. Estimamos que, de ahora a octubre, el banco central habrá elevado veinticinco a cincuenta puntos básicos la tasa referencia”. Así presume BNP-Paribas Securities Tokyo.

En rigor, la recuperación incipiente sigue a tres recesiones y una deflación en el lapso 1990/1-2003/4: o sea, un período mínimo de catorce años y máximo de quince. Por otra parte, la recuperación perceptible desde 2004/5 es distinta a amagues anteriores, pues ahora la determina la demanda interna, no ya la exportación. Empresas como Honda o Nissan están construyendo o reactivando plantas en el archipiélago, tomando gente y elevando salarios. Como es normal en el modelo económico originado en 1868/73, la industria japonesa mejora las condiciones laborales en fases reactivas.

La demanda de derivados petroleros y partes de semiconductores –no la industria del lujo, según fantasean analistas franceses- representa este ejercicio casi 50% de importaciones. Al respecto, cabe acotar que los crudos de Dubái (referencia para refinadores de Asia oriental y meridional) aumentaron 45% entre marzo de 2005 y febrero pasado. No obstante, la demanda nipona fue en ascenso.

El alza de importaciones, a la sazón, redujo 11,8% (a unos US$ 8.200 millones) el superávit proyectado para el año fiscal 2005/6. Nuevamente, los gurúes de Bloomberg le erraron: esperaban un saldo positivo 11% superior.

Según un informe preliminar difundido por el ministerio de Hacienda, las importaciones en el ejercicio fiscal que concluye el 31 de marzo habrán subido 30%, en tanto las exportaciones avanzaban 21%. En forma separada, se reveló que los precios de terrenos para uso comercial e industrial subieron 1% en Tokio, Osaka y Nagoya. Eso no ocurría desde hacía quince años.

Entretanto, el producto bruto interno habrá crecido a 5,4% de ritmo anual durante el trimestre enero-marzo. Ello supera las marcas equivalentes de Estados Unidos -apenas 1,1% anual en el cuarto trimestre de 2005- y la Eurozona (2,1%). Parte del estímulo proviene de ingresos o utilidades del sector privado nipón, pero originadas en el exterior y no sólo vía exportaciones.

El final de siete años deflacionarios y quince recesivos en la tercera economía del mundo por PBI (tras la Unión Europea y Estados Unidos) explica que el Banco de Japón (central) haya resuelto concluir con la política de tasa real cero en algún punto del ejercicio fiscal 2006/7, que se inicia en abril. “En esta nueva fase, la demanda interna se muestra inesperadamente dinámica. El público empieza a gastar más y se esfuma el riesgo deflacionario. Estimamos que, de ahora a octubre, el banco central habrá elevado veinticinco a cincuenta puntos básicos la tasa referencia”. Así presume BNP-Paribas Securities Tokyo.

En rigor, la recuperación incipiente sigue a tres recesiones y una deflación en el lapso 1990/1-2003/4: o sea, un período mínimo de catorce años y máximo de quince. Por otra parte, la recuperación perceptible desde 2004/5 es distinta a amagues anteriores, pues ahora la determina la demanda interna, no ya la exportación. Empresas como Honda o Nissan están construyendo o reactivando plantas en el archipiélago, tomando gente y elevando salarios. Como es normal en el modelo económico originado en 1868/73, la industria japonesa mejora las condiciones laborales en fases reactivas.

La demanda de derivados petroleros y partes de semiconductores –no la industria del lujo, según fantasean analistas franceses- representa este ejercicio casi 50% de importaciones. Al respecto, cabe acotar que los crudos de Dubái (referencia para refinadores de Asia oriental y meridional) aumentaron 45% entre marzo de 2005 y febrero pasado. No obstante, la demanda nipona fue en ascenso.

El alza de importaciones, a la sazón, redujo 11,8% (a unos US$ 8.200 millones) el superávit proyectado para el año fiscal 2005/6. Nuevamente, los gurúes de Bloomberg le erraron: esperaban un saldo positivo 11% superior.

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