Jack Abramoff se declara culpable y acepta cooperar
Se trata de un creciente escándalo republicano, vinculado a corrupción, fraude y lavado de fondos. El principal imputado es Thomas DeLay, operador clave del gobierno en la cámara de representantes e íntimo del clan Bush.
4 enero, 2006
La cooperación de Abramoff –especie de Ruggierito tejano- puede llevar el sumario abierto en la secretaría de Justicia a un nivel políticamente muy delicado. DeLay no será, al cabo, el único legislador metido en serios problemas penales. Por el momento y sun arreglo previo, el concurso de tres cargos puede poner a Abramoff entre rejas hasta treinta años.
La procuraduría federal sostiene que Abramoff y un ex socio de negocios, Michael Scanlon (antes, asesor de DeLay en la cámara baja) entregaron una serie de valores o activos a un legislador -no identificado en la información a los medios- que los fiscales llaman “representante 1”. Detalles revelados por Abramoff al tribunal, en efecto, remiten a Scanlon: en novienbre, se había admitidp culpable y comenzó a aportar datos y nombres.
No obstante, hace algunas semanas surgió un “representante X”, que era Robert Ney (republicano, Ohio). Este actuaba en connivencia con su ex asesor en la cámara baja, Neil Volz. Después, Volz fue contratado por Abramoff.
“Para reducir una eventual sentencia de treinta años a diez, Abramoff “deberá implicar a otros legisladores y puede salpicar al gobierno de Tejas y la Casa Blanca misma”. Esto presume Melanie Sloan, ex fiscal federal y ahora jefa de una ONG de Wahington, llamada “ciudadanos por la responsabilidad y la ética”.
Se trata de un creciente escándalo republicano, vinculado a corrupción, fraude y lavado de fondos. El principal imputado es Thomas DeLay, operador clave del gobierno en la cámara de representantes e íntimo del clan Bush.
La cooperación de Abramoff –especie de Ruggierito tejano- puede llevar el sumario abierto en la secretaría de Justicia a un nivel políticamente muy delicado. DeLay no será, al cabo, el único legislador metido en serios problemas penales. Por el momento y sun arreglo previo, el concurso de tres cargos puede poner a Abramoff entre rejas hasta treinta años.
La procuraduría federal sostiene que Abramoff y un ex socio de negocios, Michael Scanlon (antes, asesor de DeLay en la cámara baja) entregaron una serie de valores o activos a un legislador -no identificado en la información a los medios- que los fiscales llaman “representante 1”. Detalles revelados por Abramoff al tribunal, en efecto, remiten a Scanlon: en novienbre, se había admitidp culpable y comenzó a aportar datos y nombres.
No obstante, hace algunas semanas surgió un “representante X”, que era Robert Ney (republicano, Ohio). Este actuaba en connivencia con su ex asesor en la cámara baja, Neil Volz. Después, Volz fue contratado por Abramoff.
“Para reducir una eventual sentencia de treinta años a diez, Abramoff “deberá implicar a otros legisladores y puede salpicar al gobierno de Tejas y la Casa Blanca misma”. Esto presume Melanie Sloan, ex fiscal federal y ahora jefa de una ONG de Wahington, llamada “ciudadanos por la responsabilidad y la ética”.
La cooperación de Abramoff –especie de Ruggierito tejano- puede llevar el sumario abierto en la secretaría de Justicia a un nivel políticamente muy delicado. DeLay no será, al cabo, el único legislador metido en serios problemas penales. Por el momento y sun arreglo previo, el concurso de tres cargos puede poner a Abramoff entre rejas hasta treinta años.
La procuraduría federal sostiene que Abramoff y un ex socio de negocios, Michael Scanlon (antes, asesor de DeLay en la cámara baja) entregaron una serie de valores o activos a un legislador -no identificado en la información a los medios- que los fiscales llaman “representante 1”. Detalles revelados por Abramoff al tribunal, en efecto, remiten a Scanlon: en novienbre, se había admitidp culpable y comenzó a aportar datos y nombres.
No obstante, hace algunas semanas surgió un “representante X”, que era Robert Ney (republicano, Ohio). Este actuaba en connivencia con su ex asesor en la cámara baja, Neil Volz. Después, Volz fue contratado por Abramoff.
“Para reducir una eventual sentencia de treinta años a diez, Abramoff “deberá implicar a otros legisladores y puede salpicar al gobierno de Tejas y la Casa Blanca misma”. Esto presume Melanie Sloan, ex fiscal federal y ahora jefa de una ONG de Wahington, llamada “ciudadanos por la responsabilidad y la ética”.
Se trata de un creciente escándalo republicano, vinculado a corrupción, fraude y lavado de fondos. El principal imputado es Thomas DeLay, operador clave del gobierno en la cámara de representantes e íntimo del clan Bush.
La cooperación de Abramoff –especie de Ruggierito tejano- puede llevar el sumario abierto en la secretaría de Justicia a un nivel políticamente muy delicado. DeLay no será, al cabo, el único legislador metido en serios problemas penales. Por el momento y sun arreglo previo, el concurso de tres cargos puede poner a Abramoff entre rejas hasta treinta años.
La procuraduría federal sostiene que Abramoff y un ex socio de negocios, Michael Scanlon (antes, asesor de DeLay en la cámara baja) entregaron una serie de valores o activos a un legislador -no identificado en la información a los medios- que los fiscales llaman “representante 1”. Detalles revelados por Abramoff al tribunal, en efecto, remiten a Scanlon: en novienbre, se había admitidp culpable y comenzó a aportar datos y nombres.
No obstante, hace algunas semanas surgió un “representante X”, que era Robert Ney (republicano, Ohio). Este actuaba en connivencia con su ex asesor en la cámara baja, Neil Volz. Después, Volz fue contratado por Abramoff.
“Para reducir una eventual sentencia de treinta años a diez, Abramoff “deberá implicar a otros legisladores y puede salpicar al gobierno de Tejas y la Casa Blanca misma”. Esto presume Melanie Sloan, ex fiscal federal y ahora jefa de una ONG de Wahington, llamada “ciudadanos por la responsabilidad y la ética”.