Irlanda dice sí al tratado europeo por temor a la crisis
El 67% por el sí en la isla y un inicial acuerdo checo quitan pretextos a quienes se oponen al proyecto constitucional. Pero los conservadores británicos esperan triunfar en la primavera boreal de 2010 (si Gordon Brown no cae antes) y bloquearían el tratado.
4 octubre, 2009
<p>A criterio de observadores en Bruselas, París, Berlín y Roma, sería peligroso suponer que la victoria en Irlanda franquee ya el camino hacia una futura reforma constitucional en la Unión Europea. Tras una apresurada limpieza, el texto sobre el tapete todavía está lleno de lagunas y refleja compromisos de apuro.<br />
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No obstante, el voto en Dublin y el cambio en Praga son netos progresos respecto de un marasmo institucional que se arrastró durante años. Las normas de Lisboa depararán (¿en 2010?) un presidente estable y una cancillería en escala europea, es cierto, pero son expectativas nada fáciles de cristalizar.<br />
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En primer término, la UE todavía consta de dos grupos privilegiados, la Eurozona -dieciséis adherentes a la moneda única- y las economías prósperas de Europa occidental.<br />
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Ante ellas, los incorporados con demasiada prisa en 2005; en general, países en problemas o relativamente subdesarrollados. Eso sin contar las ausentes Islandia, Noruega y Suiza.<br />
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En medio de todo, el panel de Gran Bretaña es tan equívoco como peligroso. Aferrado a una libra esterlina ya secundaria y a un mercado financiero anacrónico, el banco de Inglaterra resiste ingresar a la Eurozona. Mervyn King, su presidente, fomenta entre bambalinas una iniciativa para bloquear el tratado constitucional. Apostando a la segura derrota electoral del laborista Brown (que también responde a la “City”) el año próximo, los “tories” preparan un boicot sistemático al tratado de Lisboa.<br />
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Con mucho trecho por recorrer y el problema turco en veremos –gracias a un <em>lobby</em> inspirado por el Vaticano donde militan Polonia, Rumania y Bulgaria-, Londres es un feo obstáculo. Entre otras cosas, porque detrás suele estar Washington.<br />
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Superados Irlanda y con el checo Vaclav Klaus ablandado, a fin de octubre se reúne el consejo de la UE. Precisamente, al vencer el mandato de la actual comisión de Bruselas. <br />
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El 24 de noviembre se presenta al parlamento de Estrasburgo la nómina de reemplazantes, que se votan el 17 de diciembre. En teoría, el tratado puede entrar en vigencia al empezar 2010. Pero eso dista de ser seguro.</p>
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