Irán hace un primer gesto de flexibilidad ante Naciones Unidos
Tehrán dio a entender que suspendería unos dos o tres meses su programa nuclear. La concesión no deriva de amenazas norteamericanas en cuanto a sanciones, sino de un despliegue diplomático entre Kofi Annan, la UE, Francia e Italia.
11 septiembre, 2006
Al cabo de intensas tratativas, es probable que Irán vuelva a congelar los trabajos pro enriquecimiento de uranio. No obstante, éstos no necesariamente tienen fines bélicos (como insisten los gobiernos de George W.Bush y Tony Blair). El gesto persa fue anticipado por altos funcionarios de la ONU.
Al parecer, la señal proviene de Alí Laridyaní, principal negociador de Irán, luego de reunirse con Romano Prodi, primer ministro italiano. Pese a dos agencias noticiosas estadounidenses, las presiones de Washington no han tenido nada que ver. Más bien, al contrario: China y Rusia señalaron que EE.UU. no tiene posibilidades de imponer sanciones unilaterales, pues la Unión Europea y gran parte del consejo de Seguridad no lo acompañarán.
En reserva, París y Roma estuvieron consultando con varios países musulmanes y latinoamericanos. Ninguno estaba de acuerdo con la posición dura de Bush-Blair; ni siquiera Turquía o Jordania. Durante el fin de semana, Laridyaní analizó son el español Javier Solana –comisario de relaciones exteriores en Bruselas- la flexibilización ahora propuesta.
Al cabo de intensas tratativas, es probable que Irán vuelva a congelar los trabajos pro enriquecimiento de uranio. No obstante, éstos no necesariamente tienen fines bélicos (como insisten los gobiernos de George W.Bush y Tony Blair). El gesto persa fue anticipado por altos funcionarios de la ONU.
Al parecer, la señal proviene de Alí Laridyaní, principal negociador de Irán, luego de reunirse con Romano Prodi, primer ministro italiano. Pese a dos agencias noticiosas estadounidenses, las presiones de Washington no han tenido nada que ver. Más bien, al contrario: China y Rusia señalaron que EE.UU. no tiene posibilidades de imponer sanciones unilaterales, pues la Unión Europea y gran parte del consejo de Seguridad no lo acompañarán.
En reserva, París y Roma estuvieron consultando con varios países musulmanes y latinoamericanos. Ninguno estaba de acuerdo con la posición dura de Bush-Blair; ni siquiera Turquía o Jordania. Durante el fin de semana, Laridyaní analizó son el español Javier Solana –comisario de relaciones exteriores en Bruselas- la flexibilización ahora propuesta.