Irán advirtió a EE.UU.sobre represalias y Norcorea reanudó ensayos

Tehrán afirma contar con recursos para afrontar las represalias que Washington le aplique vía Consejo de Seguridad. Mientras Norcorea reanuda ensayos pruebas en el mar del Japón, ese cuerpo se reunirá para considerar el caso iraní.

8 marzo, 2006

“Si Estados Unidos opta por ese camino, dejemos que hablen los hechos”, señaló Javad Vaedí, secretario iraní de Seguridad. Funcionarios del consejo creen que, probablemente, el tema se debata durante la semana próximo, en tanto miembros europeos de la entidad analizan plantear también el caso norcoreano, pues representa una amenaza más directa.

Por su parte, Nicholas Burns –subsecretario norteamericano de Estado- espera que las discusiones se inicien ya en lunes o martes. Siguiendo la línea de su gobierno, no menciona las amenazas de Pyongyang ni los riesgos que corre Japón, aliado clave en el Pacífico occidental. También Tokio se mueve con extrema cautela, si bien se sabe que ha abierto consultas con Beijing y Moscú.

Sea como fuere, lo primero que hará el consejo es urgir a Irán para frenar trabajos relativos a producir combustibles atómicos y cooperar nuevamente con los inspectores de Naciones Unidas, sin plazo ni acciones intimidatorias. A su vez, el cuarto exportador mundial de hidrocarburos anticipó que podría revisar su política en esa materia si el consejo se endurece. Varios países europeos temen que Tehrán no acepte exigencias de probar si está tratando –o no- de fabricar en secreto armas nucleares.

Inquirido sobre las declaraciones iraníes, Scott McClellan (vocero de la Casa Blanca) dijo: “Esas provocaciones y actos eventuales sólo aislarán más a Irám en el concierto mundial”. Tampoco este funcionario quiso opinar sobre los ensayos norcoreanos. Esta vez, la piedra del escándalo es un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), según el cual los persas estarían acelerando investigaciones nucleares. Su director, Mohammed el Baradéi, autor del trabajo, acaba de enviarlo al Consejo de Seguridad, cumpliendo una decisión adoptada hace un mes.

Exponiendo en el congreso, Burn declaró que “Irán amenaza directamente vitales intereses norteamericanos. Por ello, buscamos un aumento paulatino de presiones sobre ese gobierno”. Pero Alemania, Francia y Gran Bretaña se mostraban más prudentes. “La diplomacia no se ha agotado”, sostuvieron en Viena. Por su parte, Rusia e India preguntaron por qué no había tanto apuro en tratar el caso norcoreano.

“Si Estados Unidos opta por ese camino, dejemos que hablen los hechos”, señaló Javad Vaedí, secretario iraní de Seguridad. Funcionarios del consejo creen que, probablemente, el tema se debata durante la semana próximo, en tanto miembros europeos de la entidad analizan plantear también el caso norcoreano, pues representa una amenaza más directa.

Por su parte, Nicholas Burns –subsecretario norteamericano de Estado- espera que las discusiones se inicien ya en lunes o martes. Siguiendo la línea de su gobierno, no menciona las amenazas de Pyongyang ni los riesgos que corre Japón, aliado clave en el Pacífico occidental. También Tokio se mueve con extrema cautela, si bien se sabe que ha abierto consultas con Beijing y Moscú.

Sea como fuere, lo primero que hará el consejo es urgir a Irán para frenar trabajos relativos a producir combustibles atómicos y cooperar nuevamente con los inspectores de Naciones Unidas, sin plazo ni acciones intimidatorias. A su vez, el cuarto exportador mundial de hidrocarburos anticipó que podría revisar su política en esa materia si el consejo se endurece. Varios países europeos temen que Tehrán no acepte exigencias de probar si está tratando –o no- de fabricar en secreto armas nucleares.

Inquirido sobre las declaraciones iraníes, Scott McClellan (vocero de la Casa Blanca) dijo: “Esas provocaciones y actos eventuales sólo aislarán más a Irám en el concierto mundial”. Tampoco este funcionario quiso opinar sobre los ensayos norcoreanos. Esta vez, la piedra del escándalo es un informe de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), según el cual los persas estarían acelerando investigaciones nucleares. Su director, Mohammed el Baradéi, autor del trabajo, acaba de enviarlo al Consejo de Seguridad, cumpliendo una decisión adoptada hace un mes.

Exponiendo en el congreso, Burn declaró que “Irán amenaza directamente vitales intereses norteamericanos. Por ello, buscamos un aumento paulatino de presiones sobre ese gobierno”. Pero Alemania, Francia y Gran Bretaña se mostraban más prudentes. “La diplomacia no se ha agotado”, sostuvieron en Viena. Por su parte, Rusia e India preguntaron por qué no había tanto apuro en tratar el caso norcoreano.

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