Irak: primero, torturas. Ahora, ¿armas químicas contra civiles?

La RAI, cadena italiana semiestatal de radiotelevisión, difundió el martes un informe. Ahí, soldados estadounidenses confirman el uso de fósforo blanco en Falludyá durante la ofensiva de 2004.

9 noviembre, 2005

El ejército norteamericano empleó –como Saddam Huséin en la década anterior- armas químicas contra civiles, entre ellas una variante del napalm, durante operaciones en noviembre de 2004. Hace exactamente dos años, el objetivo era hacerse con el control de la ciudad iraquí de Falludyá. Así se afirma en el reportaje italiano.

La cobertura se titula “Falludyá, la matanza oculta”. Su compilador, Sigfrido Ranucci, entrevistó a soldados estadounidenses e iraquíes, habitantes y periodistas. Todos confirmaron el uso de fósforo blanco y MK77, forma “avanzada” de napalm -químico empleado en Vietnam y, antes, en la guerra civil argentina de 1962/3- durante la toma de la localidad, en el centro del país.

“Vi cuerpos de mujeres y niños quemados. El fósforo blanco estalla en forma de nube y quien se encuentra en un radio de 150 metros no tiene escape” . Así señaló Jeffrey Englehart, ex infante de marina, que participó en la ofensiva.

En rigor, Washington admitió, en enero, el uso de fósforo blanco en Falludyá. Pero asegurando que sólo servía para iluminar zonas enemigas y no para atacar combatientes ni civiles. El Pentágono subrayó, según recuerda el reportaje, que no es un arma ilegal. La misma actitud ha sido adoptada, en debates jurídicos actuales, sobre torturas en cárceles ilegales (Abú Ghreib, Guantánamo, campos secretos en Rumania, Polonia y, tal vez, Bulgaria), por consejo de Karl Rove, predicador evangélico creacionista y cerebro de George W.Bush.

El ejército norteamericano empleó –como Saddam Huséin en la década anterior- armas químicas contra civiles, entre ellas una variante del napalm, durante operaciones en noviembre de 2004. Hace exactamente dos años, el objetivo era hacerse con el control de la ciudad iraquí de Falludyá. Así se afirma en el reportaje italiano.

La cobertura se titula “Falludyá, la matanza oculta”. Su compilador, Sigfrido Ranucci, entrevistó a soldados estadounidenses e iraquíes, habitantes y periodistas. Todos confirmaron el uso de fósforo blanco y MK77, forma “avanzada” de napalm -químico empleado en Vietnam y, antes, en la guerra civil argentina de 1962/3- durante la toma de la localidad, en el centro del país.

“Vi cuerpos de mujeres y niños quemados. El fósforo blanco estalla en forma de nube y quien se encuentra en un radio de 150 metros no tiene escape” . Así señaló Jeffrey Englehart, ex infante de marina, que participó en la ofensiva.

En rigor, Washington admitió, en enero, el uso de fósforo blanco en Falludyá. Pero asegurando que sólo servía para iluminar zonas enemigas y no para atacar combatientes ni civiles. El Pentágono subrayó, según recuerda el reportaje, que no es un arma ilegal. La misma actitud ha sido adoptada, en debates jurídicos actuales, sobre torturas en cárceles ilegales (Abú Ghreib, Guantánamo, campos secretos en Rumania, Polonia y, tal vez, Bulgaria), por consejo de Karl Rove, predicador evangélico creacionista y cerebro de George W.Bush.

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