Irak: Estados Unidos cede a las presiones
Evalúa un proyecto que le da un mayor papel político a la ONU y acelera la devolución del control del país a los iraquíes. La resolución debería aprobarse aprobarse antes de que finalice el mes de octubre.
30 septiembre, 2003
El plan está siendo analizado por la Casa Blanca, que ha incrementado las presiones para que el Congreso apruebe fondos extraordinarios por valor de 87.000 millones de dólares para la ocupación militar y reconstrucción de Irak y Afganistán.
Fuentes diplomáticas dijeron que esas decisiones estarán incluidas en un proyecto de resolución que EEUU presentará al Consejo de Seguridad y se tomaron ante la poca disposición de algunos países de aportar fondos y tropas a la operación militar y reconstrucción de Irak.
Además, responde a las quejas de algunos países europeos de que una resolución anterior de EEUU al respecto sería muy ambigua sobre los planes para terminar la ocupación militar del país, añadieron.
Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, dijo en una conversación con periodistas el lunes que lo ideal sería que el Consejo de Seguridad aprobase la resolución antes de la conferencia de donantes de ayuda a Irak, que debe iniciarse el 23 de octubre en Madrid.
“Sin duda tenerla (la resolución) aprobada antes de Madrid facilitará sus resultados y éstos serán mejores”, indicó.
“El objetivo es responder de alguna forma al deseo de otros gobiernos de advertir un impulso hacia un horizonte político. Por ello haremos la modificaciones pertinentes”, agregó Boucher.
Estados Unidos puso en circulación este mes un proyecto de resolución que propone al actual Consejo Gobernante de Irak sugerir un programa para redactar una nueva constitución y realizar elecciones democráticas.
Pero esa propuesta fue criticada por algunos países que la calificaron como demasiado vaga y Francia, uno de los principales detractores de la guerra, ha indicado que su apoyo a una nueva resolución dependerá de un cronograma preciso, que incluiría el restablecimiento de la soberanía a los iraquíes en un plazo de seis a nueve meses.
Los detalles de la nueva resolución se conocieron en momentos en que la Casa Blanca incrementaba las presiones para que el Congreso apruebe la partida de 20.000 millones de dólares para la reconstrucción de Irak y en medio de nuevas críticas a la justificación para iniciar el conflicto bélico en ese país.
La guerra fue lanzada principalmente ante la denuncia de que el régimen de Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva y se había constituido en una amenaza para el mundo.
Pero ahora hay nuevos indicios de que la información de espionaje sobre esas armas era poco fiable, anticuada o exagerada, según señalaron dos legisladores en una carta al director de la CIA, George Tenet.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, restó importancia a esas aseveraciones y dijo que, sobre todo, la guerra logró el objetivo de eliminar la amenaza terrorista que significa Sadam Husein.
Sin embargo, el Gobierno no pudo impedir que el escándalo estallara en otro frente, al confirmarse la filtración del nombre de un agente de la CIA en un incidente directamente vinculado a los presuntos arsenales iraquíes.
El senador demócrata y candidato a la nominación de ese partido de cara a las elecciones presidenciales de 2004, Joseph Lieberman, pidió el lunes que la Casa Blanca entregue los documentos sobre la presunta filtración del nombre de Valerie Plame, una agente encubierta de la CIA involucrada en las investigaciones sobre Irak.
Lieberman indicó que “la presunta revelación…de la identidad de un agente encubierto del Gobierno no sólo es un escándalo y una vergüenza para nuestro Gobierno, sino también posiblemente un delito que debe investigar de forma inmediata e independiente”.
Plame está casada con el ex embajador en Níger, entre otros países, Joseph Wilson, un severo crítico de las afirmaciones de que Irak poseía armas de destrucción masiva.
Fuente: EFE
El plan está siendo analizado por la Casa Blanca, que ha incrementado las presiones para que el Congreso apruebe fondos extraordinarios por valor de 87.000 millones de dólares para la ocupación militar y reconstrucción de Irak y Afganistán.
Fuentes diplomáticas dijeron que esas decisiones estarán incluidas en un proyecto de resolución que EEUU presentará al Consejo de Seguridad y se tomaron ante la poca disposición de algunos países de aportar fondos y tropas a la operación militar y reconstrucción de Irak.
Además, responde a las quejas de algunos países europeos de que una resolución anterior de EEUU al respecto sería muy ambigua sobre los planes para terminar la ocupación militar del país, añadieron.
Richard Boucher, portavoz del Departamento de Estado, dijo en una conversación con periodistas el lunes que lo ideal sería que el Consejo de Seguridad aprobase la resolución antes de la conferencia de donantes de ayuda a Irak, que debe iniciarse el 23 de octubre en Madrid.
“Sin duda tenerla (la resolución) aprobada antes de Madrid facilitará sus resultados y éstos serán mejores”, indicó.
“El objetivo es responder de alguna forma al deseo de otros gobiernos de advertir un impulso hacia un horizonte político. Por ello haremos la modificaciones pertinentes”, agregó Boucher.
Estados Unidos puso en circulación este mes un proyecto de resolución que propone al actual Consejo Gobernante de Irak sugerir un programa para redactar una nueva constitución y realizar elecciones democráticas.
Pero esa propuesta fue criticada por algunos países que la calificaron como demasiado vaga y Francia, uno de los principales detractores de la guerra, ha indicado que su apoyo a una nueva resolución dependerá de un cronograma preciso, que incluiría el restablecimiento de la soberanía a los iraquíes en un plazo de seis a nueve meses.
Los detalles de la nueva resolución se conocieron en momentos en que la Casa Blanca incrementaba las presiones para que el Congreso apruebe la partida de 20.000 millones de dólares para la reconstrucción de Irak y en medio de nuevas críticas a la justificación para iniciar el conflicto bélico en ese país.
La guerra fue lanzada principalmente ante la denuncia de que el régimen de Sadam Husein poseía armas de destrucción masiva y se había constituido en una amenaza para el mundo.
Pero ahora hay nuevos indicios de que la información de espionaje sobre esas armas era poco fiable, anticuada o exagerada, según señalaron dos legisladores en una carta al director de la CIA, George Tenet.
El portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan, restó importancia a esas aseveraciones y dijo que, sobre todo, la guerra logró el objetivo de eliminar la amenaza terrorista que significa Sadam Husein.
Sin embargo, el Gobierno no pudo impedir que el escándalo estallara en otro frente, al confirmarse la filtración del nombre de un agente de la CIA en un incidente directamente vinculado a los presuntos arsenales iraquíes.
El senador demócrata y candidato a la nominación de ese partido de cara a las elecciones presidenciales de 2004, Joseph Lieberman, pidió el lunes que la Casa Blanca entregue los documentos sobre la presunta filtración del nombre de Valerie Plame, una agente encubierta de la CIA involucrada en las investigaciones sobre Irak.
Lieberman indicó que “la presunta revelación…de la identidad de un agente encubierto del Gobierno no sólo es un escándalo y una vergüenza para nuestro Gobierno, sino también posiblemente un delito que debe investigar de forma inmediata e independiente”.
Plame está casada con el ex embajador en Níger, entre otros países, Joseph Wilson, un severo crítico de las afirmaciones de que Irak poseía armas de destrucción masiva.
Fuente: EFE