<p>El presidente no ahorró desmesuras e, indirectamente, justificó la cautela de John McCain, candidato republicano, que eludió acompañarlo a Tel Aviv, pese a apoyar las guerras imposibles de Bush y Richard Cheney. En medio de un escándalo por corrupción en torno de Ehud Olmert, su amigo de Washington intentó un juego de palabras contraproducente.</p>
<p>Aludiendo al sexagésimo aniversario de la independencia, prometió a palestinos e israelíes “paz en otros sesenta años”. Ante esta exageración, empalidecen recientes declaraciones de McCain, a cuyo juicio “en cuatro años habremos triunfado en Irak y Afganistán”. En ambos casos, parecía primar el empeño de ayudar a Obama en la campaña electoral.</p>
<p>Mientras Hillary Rodham Clinton mantenía silencio y la Casa Blanca trataba de suavizar las expresiones de Bush, el virtual candidato demócrata recogió el guante. “En tanto Bush practica la política del miedo, yo propongo seguir los ejemplos negociadores de John Kennedy, Richard Nixon, James Carter, Ronald Reagan y William Clinton”.</p>
<p>Cabe recordar que Henry Kissinger fue decisivo en las gestiones de Nixon y Reagan. En cuanto a Bush, optó por ir a Masada –tumba de los celotes en 73, no "mito fundacional", como creen algunos medios- para igualar la crítica al sionismo con el antisemitismo liso y llano. De paso, parangonó al iraní Majmud Ajmandinedyad con Adfolf Hitler.</p>
Inesperada ayuda electoral de Bush a Obama
Durante otra visita de George W.Bush a Israel, el mandatario saliente le tiró un piedrazo a Barack Obama. Nada de diálogo con el enemigo dijo aludiendo a tres: Hezbollá, Al Qaeda e Irán y la posición del precandidato demócrata.