Indicios de recuperación en el consumo

De acuerdo a la canasta integral ACNielsen, el consumo del bimestre Febrero-Marzo 2003 fue 7% inferior respecto al mismo bimestre de 2002. Con lo que éste fue el tercer bimestre en el cual se desacelera la caída en los volúmenes vendidos.

5 mayo, 2003

A partir de ese período, se comenzó a recuperar el volumen de ventas, mostrando una desaceleración bimestre a bimestre: octubre-noviembre 2002, -15%; diciembre-enero 2003, -11%; febrero-marzo 2003, -7%.

Esta desaceleración obedece básicamente a dos motivos: la relativa calma en la variación de los precios, y que las bases de comparación ya habían sido afectadas a partir de la devaluación en Diciembre 2001-Enero 2002, por lo tanto hay que considerar el incremento de precios que se diera oportunamente, ya que en febrero-marzo 2002 los precios ya habían sufrido alzas.

Del estudio se desprende que, en los primeros meses de 2001, de cada $100, se destinaba $30 a alimentos. En el comienzo de este año incrementó su gasto en esta familia de productos a $35. Este comportamiento obedece directamente al importante aumento de precios que experimentaron este tipo de productos, mientras que las cantidades consumidas permanecieron prácticamente sin variación (29%) respecto al resto de las familias.

Al analizar las subfamilias podemos detectar cuáles son las que más están contribuyendo a la recuperación general, y en este caso son las bebidas, tanto las alcohólicas como las no alcohólicas, que son a su vez las que menor incremento de precios promedio efectuaron.

Asimismo es importante notar cómo los productos de cosmética tuvieron aumentos de precio similares a los de alimentos, pero la baja en el consumo fue más notoria, esto obedece a que el consumidor ante un poder adquisitivo mermado por la situación, selecciona aquellos productos que considera más imprescindibles.

En cuanto a los canales de distribución se detectó que los almacenes ya lograron consumos superiores, comparando con iguales períodos del año 2002.

Es decir que quienes más contribuyen al crecimiento general son los almacenes, mientras que los negocios self-service que son conformados por la suma de los supermercados y los autoservicios aún no evidencian una clara recuperación, aunque es importante considerar que a partir del manejo de ofertas importantes en ciertas familias de producto están logrando recuperar terreno.

Es importante tener en cuenta que el mix de categorías de productos es diferente de acuerdo al canal que se esté analizando.

Mientras que el almacén es un negocio cuyo negocio principal se apoya en categorías de bebidas y alimentos, que son las menos abandonadas, el supermercado maneja una parte importante de su surtido en productos de limpieza y tocador, que registraron importantes aumentos de precios y restricciones considerables de consumo. Como consecuencia la evolución de los precios y el consumo es diferente en cada tipo de negocio.

A partir de ese período, se comenzó a recuperar el volumen de ventas, mostrando una desaceleración bimestre a bimestre: octubre-noviembre 2002, -15%; diciembre-enero 2003, -11%; febrero-marzo 2003, -7%.

Esta desaceleración obedece básicamente a dos motivos: la relativa calma en la variación de los precios, y que las bases de comparación ya habían sido afectadas a partir de la devaluación en Diciembre 2001-Enero 2002, por lo tanto hay que considerar el incremento de precios que se diera oportunamente, ya que en febrero-marzo 2002 los precios ya habían sufrido alzas.

Del estudio se desprende que, en los primeros meses de 2001, de cada $100, se destinaba $30 a alimentos. En el comienzo de este año incrementó su gasto en esta familia de productos a $35. Este comportamiento obedece directamente al importante aumento de precios que experimentaron este tipo de productos, mientras que las cantidades consumidas permanecieron prácticamente sin variación (29%) respecto al resto de las familias.

Al analizar las subfamilias podemos detectar cuáles son las que más están contribuyendo a la recuperación general, y en este caso son las bebidas, tanto las alcohólicas como las no alcohólicas, que son a su vez las que menor incremento de precios promedio efectuaron.

Asimismo es importante notar cómo los productos de cosmética tuvieron aumentos de precio similares a los de alimentos, pero la baja en el consumo fue más notoria, esto obedece a que el consumidor ante un poder adquisitivo mermado por la situación, selecciona aquellos productos que considera más imprescindibles.

En cuanto a los canales de distribución se detectó que los almacenes ya lograron consumos superiores, comparando con iguales períodos del año 2002.

Es decir que quienes más contribuyen al crecimiento general son los almacenes, mientras que los negocios self-service que son conformados por la suma de los supermercados y los autoservicios aún no evidencian una clara recuperación, aunque es importante considerar que a partir del manejo de ofertas importantes en ciertas familias de producto están logrando recuperar terreno.

Es importante tener en cuenta que el mix de categorías de productos es diferente de acuerdo al canal que se esté analizando.

Mientras que el almacén es un negocio cuyo negocio principal se apoya en categorías de bebidas y alimentos, que son las menos abandonadas, el supermercado maneja una parte importante de su surtido en productos de limpieza y tocador, que registraron importantes aumentos de precios y restricciones considerables de consumo. Como consecuencia la evolución de los precios y el consumo es diferente en cada tipo de negocio.

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