Incendios sin control

Casi dos millones de hectáreas de zonas rurales continúan siendo arrasadas por el fuego en las provincias de La Pampa, Mendoza y Buenos Aires. Las perspectivas climáticas no son alentadoras y las pérdidas, cuantiosas.

4 enero, 2001

El secretario de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental de la Nación, Oscar Massei, informó oficialmente ayer (miércoles 3) acerca de la grave situación provocada por el fuego.

El funcionario reconoció que son varios los focos que no pueden ser controlados, especialmente en La Pampa y expresó su preocupación por la falta de equipamiento para los bomberos, aspecto en el que, aclaró, «la primera responsabilidad es de la provincia».

Además señaló que el Plan Nacional de Manejo contra el Fuego ,dependiente de la secretaría a su cargo, «recibió, al igual que el año pasado, US$ 6 millones del presupuesto nacional y suministró a las autoridades de cada provincia los equipos necesarios para combatir el fuego, incluidos aviones hidrantes y de observación, helicópteros y cuatriciclos».

Contradiciendo las palabras de Massei, el Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina, puso de relieve la «inoperancia» del plan.

La entidad afirmó que los bomberos voluntarios «aún no han sido convocados» por las autoridades oficiales para controlar «la catástrofe forestal que afecta a la flora y fauna de la provincia de La Pampa».

El organismo ratificó, en un comunicado de prensa, que sus 50 mil hombres «se encuentran en estado de alerta», aguardando que la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental los convoque y que «en vez de malgastar los más de US$ 6 millones de su presupuesto en contratar a personas con ganas de trabajar pero inexpertas en la actividad bomberil, se digne solicitar la colaboración gratuita de los bomberos voluntarios».

Mientras tanto el fuego continúa devorando hectáreas y el pronóstico del tiempo indica que habrá temperaturas elevadas y muy baja humedad en la zona afectada durante las próximas semanas.

Los focos de La Pampa ya quemaron un millón y se hallaban descontrolados en la zona de Santa Isabel, a 430 kilómetros de la capital provincial, y en el departamento de Puele, en especial en la zona de Casa de Piedra.

En vista de la magnitud del desastre, el gobernador pampeano, Rubén Marín, solicitó al presidente Fernando de la Rúa una asistencia económica de $ 3,5 millones para ayudar a los pequeños y medianos productores que fueron afectados.

En Mendoza, el sector más afectado, con más de 350 mil hectáreas arrasadas, está en el departamento de General Alvear, al norte del río Diamante, donde se trabajó con la colaboración de brigadistas de Córdoba, ya que aquí había peligro de pérdida de vidas humanas.

El secretario de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental de la Nación, Oscar Massei, informó oficialmente ayer (miércoles 3) acerca de la grave situación provocada por el fuego.

El funcionario reconoció que son varios los focos que no pueden ser controlados, especialmente en La Pampa y expresó su preocupación por la falta de equipamiento para los bomberos, aspecto en el que, aclaró, «la primera responsabilidad es de la provincia».

Además señaló que el Plan Nacional de Manejo contra el Fuego ,dependiente de la secretaría a su cargo, «recibió, al igual que el año pasado, US$ 6 millones del presupuesto nacional y suministró a las autoridades de cada provincia los equipos necesarios para combatir el fuego, incluidos aviones hidrantes y de observación, helicópteros y cuatriciclos».

Contradiciendo las palabras de Massei, el Consejo de Federaciones de Bomberos Voluntarios de la República Argentina, puso de relieve la «inoperancia» del plan.

La entidad afirmó que los bomberos voluntarios «aún no han sido convocados» por las autoridades oficiales para controlar «la catástrofe forestal que afecta a la flora y fauna de la provincia de La Pampa».

El organismo ratificó, en un comunicado de prensa, que sus 50 mil hombres «se encuentran en estado de alerta», aguardando que la Secretaría de Desarrollo Sustentable y Política Ambiental los convoque y que «en vez de malgastar los más de US$ 6 millones de su presupuesto en contratar a personas con ganas de trabajar pero inexpertas en la actividad bomberil, se digne solicitar la colaboración gratuita de los bomberos voluntarios».

Mientras tanto el fuego continúa devorando hectáreas y el pronóstico del tiempo indica que habrá temperaturas elevadas y muy baja humedad en la zona afectada durante las próximas semanas.

Los focos de La Pampa ya quemaron un millón y se hallaban descontrolados en la zona de Santa Isabel, a 430 kilómetros de la capital provincial, y en el departamento de Puele, en especial en la zona de Casa de Piedra.

En vista de la magnitud del desastre, el gobernador pampeano, Rubén Marín, solicitó al presidente Fernando de la Rúa una asistencia económica de $ 3,5 millones para ayudar a los pequeños y medianos productores que fueron afectados.

En Mendoza, el sector más afectado, con más de 350 mil hectáreas arrasadas, está en el departamento de General Alvear, al norte del río Diamante, donde se trabajó con la colaboración de brigadistas de Córdoba, ya que aquí había peligro de pérdida de vidas humanas.

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