domingo, 27 de abril de 2025

Hungría anuncia una vacuna parcial contra la gripe del pollo

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Budapest ha desarrollado una vacuna contra el mal –que se acerca a Moscú-, aunque protege sólo del contagio vía aves de corral. Aislado el virus mutante, se precisan 90 días para fabricar el compuesto y otros 30 para la aplicación masiva.

El anuncio lo hizo Jenö Racz, ministro de Salud pública. El prototipo parte del virus H5N1, aislado a principios de año en una paciente del sudeste asiático, por la Organización Mundial de Salud (OMS). La cepa fue luego remitida a cincuenta laboratorios ubicados en Estados Unidos, Japón, Francia, Italia, España, Brasil, Gran Bretaña, Rusia, China, Australia, Alemania, Holanda, Sudáfrica y Hungría.

Algunos especialistas tienen sus dudas sobre el hallazgo magyar. “Tal vez se trate de una vacuna prepandémica”, presume Giampiero Carosi, director de enfermedades infecciosas, universidad de Brescia. “En teoría –señala un colega austríaco-, debiera generar defensas inmunológicas orientadas a impedir el contagio proveniente de aves de corral. No de migratorias ni salvajes”.

Casi lo mismo señala Budapest. En realidad, ése es el objetivo principal de la OMS, porque 70% de las víctimas humanas del virus vive en Asía oriental y sudoriental, donde la cría de gallináceas tiene un volumen sin parangón en el mundo. Por otra parte, los todavía escasos casos fatales también se han dado en esas regiones.

Entonces ¿cuál sería el antígeno definitivo? “Uno de características afines al fenómeno pandémico y al virus mutante, cuya efectividad no sea esporádica”, señala Carosi. Sea como fuere, la vacuna húngara podría detener el problema en su área originaria, algo sin duda positivo”.

En cuanto a una eventual vacuna pandémica, impediría el contagio de ulteriores virus mutantes en humanos. Por supuesto, en economías avanzadas también se busca desarrollar un antígeno veterinario, o sea aplicable a pollos, pavos, gansos, etc. Las peculiares características de la pandemia, en el estado actual, ayudan: su creciente difusión geográfica no se refleja todavía en un aumento comparable de casos fatales.

En cuanto a una vacuna persona a persona, Japón, EE.UU., Holanda y Rusia tienen estudios clínicos avanzados y esperan resultados para los primeros meses de 2006. El “mapa de mutaciones” que se emplea en esos trabajos se usa, también, para evaluar farmoquímicos ya existentes, aunque de efectos limitados. Por ejemplo, Tamiflu (Roche) o Relenza (GlaxoSmithKline). Al respecto, la OMS llegó a una conclusión poco favorable al producto suizo: no es eficaz en medias dosis –su aplicación al presente- y, en dosis completas, sólo protege al paciente, sin impedir el contagio.

El anuncio lo hizo Jenö Racz, ministro de Salud pública. El prototipo parte del virus H5N1, aislado a principios de año en una paciente del sudeste asiático, por la Organización Mundial de Salud (OMS). La cepa fue luego remitida a cincuenta laboratorios ubicados en Estados Unidos, Japón, Francia, Italia, España, Brasil, Gran Bretaña, Rusia, China, Australia, Alemania, Holanda, Sudáfrica y Hungría.

Algunos especialistas tienen sus dudas sobre el hallazgo magyar. “Tal vez se trate de una vacuna prepandémica”, presume Giampiero Carosi, director de enfermedades infecciosas, universidad de Brescia. “En teoría –señala un colega austríaco-, debiera generar defensas inmunológicas orientadas a impedir el contagio proveniente de aves de corral. No de migratorias ni salvajes”.

Casi lo mismo señala Budapest. En realidad, ése es el objetivo principal de la OMS, porque 70% de las víctimas humanas del virus vive en Asía oriental y sudoriental, donde la cría de gallináceas tiene un volumen sin parangón en el mundo. Por otra parte, los todavía escasos casos fatales también se han dado en esas regiones.

Entonces ¿cuál sería el antígeno definitivo? “Uno de características afines al fenómeno pandémico y al virus mutante, cuya efectividad no sea esporádica”, señala Carosi. Sea como fuere, la vacuna húngara podría detener el problema en su área originaria, algo sin duda positivo”.

En cuanto a una eventual vacuna pandémica, impediría el contagio de ulteriores virus mutantes en humanos. Por supuesto, en economías avanzadas también se busca desarrollar un antígeno veterinario, o sea aplicable a pollos, pavos, gansos, etc. Las peculiares características de la pandemia, en el estado actual, ayudan: su creciente difusión geográfica no se refleja todavía en un aumento comparable de casos fatales.

En cuanto a una vacuna persona a persona, Japón, EE.UU., Holanda y Rusia tienen estudios clínicos avanzados y esperan resultados para los primeros meses de 2006. El “mapa de mutaciones” que se emplea en esos trabajos se usa, también, para evaluar farmoquímicos ya existentes, aunque de efectos limitados. Por ejemplo, Tamiflu (Roche) o Relenza (GlaxoSmithKline). Al respecto, la OMS llegó a una conclusión poco favorable al producto suizo: no es eficaz en medias dosis –su aplicación al presente- y, en dosis completas, sólo protege al paciente, sin impedir el contagio.

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