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<p>Hasta ahora. Se trata de la evidencia más clara de que la economía comienza a arrancar. La menor cantidad de trabajadores despedidos explica que la tasa de desempleo urbano haya cedido de 9,5 a 9,4% de la población activa. Wall Street apostaba a 9,6/9,7%.</p>
<p>De paso, es la primera vez desde abril de 2008 (dieciséis meses) que el indicador retrocede. Ello pese a reajustes hacia abajo efectuados en los números de mayo y junio.</p>
<p>Un grupo llamativamente nutrido de analistas financieros se jugó por 320.000 a 370.000 menos empleos. Sea como fuere, desde el inicio de la peor recesión desde los años 30 (diciembre de 2007), el sector privado –no toda la economía, cabe acotar- ha dejado 6.700.000 trabajadores en la calle.</p>
<p>Las pérdidas laborales de julio se distribuyen por un amplio espectro de sectores. La industria eliminó 52.000 puestos (desde septiembre que la cifra no bajaba de 100.000). Ello se debe probablemente a la reapertura de fábricas dispuesta por General Motors y Fiat-Chrysler. En construcción, los despidos cedieron de 86.000 en junio a 76.000 en julio, reflejando efectos iniciales del plan de estímulos por US$ 787.000 millones.</p>
<p>Menos dinámicos, los servicios perdieron 119.000 trabajadores. Un segmento relevante, el comercio, despidió 128.000 personas. Por el contrario, educación tomó mano de obra (17.000) y el sector público recreó siete mil empleos, tras perder 48.000 en junio.<br />
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Hubo menos despidos que los calculados en EE.UU
Los despistados gurúes de Bloomberg esperaban 370.000 bajas laborales en julio. Pero el departamento de trabajo informa que el sector privado eliminó sólo 247.000 puestos. Piso desde agosto 2008, es 33,4% inferior a la cifra de esa agencia.