Hidrocarburos, electricidad y precios: ¿se gesta una crisis?

Argentina ya importa electricidad de Brasil (donde hay dudas sobre reservas). Pero reduce en 15% la venta de gas natural a Chile y piensa restringir el GNC en el país. También Uruguay se inquieta. Además, comienza la remarcación de precios.

31 marzo, 2004

Hasta el momento, los intentos del gobierno y las proveedoras de servicios no logran disimular que se gesta una crisis de combustibles y energía. Según temen varios expertos, podría durar algunos años, pues no es ajena los mismos problemas globales que analiza, en Viena, la Organización de Países Exportadores Petroleros (OPEP).

Sea como fuere, Buenos Aires les compra a Brasilia unos 500 megatios/hora de fluido, para evitar “nuevos cortes”. Entretanto, sigue los aplicados a grandes usuarios y la baja de tensión (de 6 de la madrugada a 6 de la tarde) a usuarios residenciales. En este plano, que también se busca soslayar, los efectos más molestos se notan en las heladeras.

Los brasileños creen que el refuerzo de abastecimiento probablemente alcance hasta este fin de semana. Ulteriormente, Argentina reza para que la semana laboral “supercorta” y semana santa reduzcan la demanda industrial. Pero nadie sabe a ciencia cierta qué puede ocurrir a partir del lunes 12.

Otro dato retaceado por la Casa Rosada –quizá porque ahí se distraen con una interna del PJ que no le interesa al público- es el precio pagado a Brasil. Algunos hablan de unos US$ 275.000 diarios. Entretanto, los funcionarios aseguran que, desde hoy miércoles, la tensión volverá a 220 voltios.

En lo tocante a GNC, se repite la historia. Por una parte, la autoridades desmientes futuras restricciones o aumentos. Por el otro, estaciones de servicio y usuarios acumulan existencias, por las dudas. También se observa un “alza táctica” del gas licuado en garrafas, irónicamente en áreas de menores ingresos familiares.

Este tipo de “remarcaciones preventivas” va extendiéndose a lácteos, carnes rojas, medicina rentada, medicamentos, verduras, aceite comestible, yerba mate, etc. Otro dato curioso: como el alza decretada hace dos semanas deprimió la venta de marcas caras, las tabacaleras hacen pequeñas rebajas para los fumadores no se pasen a las más. Por supuesto, en general el comercio minorista y los mayorista tiene la misma excusa: versiones sobre aumentos en combustibles y tarifas eléctricas.

Hasta el momento, los intentos del gobierno y las proveedoras de servicios no logran disimular que se gesta una crisis de combustibles y energía. Según temen varios expertos, podría durar algunos años, pues no es ajena los mismos problemas globales que analiza, en Viena, la Organización de Países Exportadores Petroleros (OPEP).

Sea como fuere, Buenos Aires les compra a Brasilia unos 500 megatios/hora de fluido, para evitar “nuevos cortes”. Entretanto, sigue los aplicados a grandes usuarios y la baja de tensión (de 6 de la madrugada a 6 de la tarde) a usuarios residenciales. En este plano, que también se busca soslayar, los efectos más molestos se notan en las heladeras.

Los brasileños creen que el refuerzo de abastecimiento probablemente alcance hasta este fin de semana. Ulteriormente, Argentina reza para que la semana laboral “supercorta” y semana santa reduzcan la demanda industrial. Pero nadie sabe a ciencia cierta qué puede ocurrir a partir del lunes 12.

Otro dato retaceado por la Casa Rosada –quizá porque ahí se distraen con una interna del PJ que no le interesa al público- es el precio pagado a Brasil. Algunos hablan de unos US$ 275.000 diarios. Entretanto, los funcionarios aseguran que, desde hoy miércoles, la tensión volverá a 220 voltios.

En lo tocante a GNC, se repite la historia. Por una parte, la autoridades desmientes futuras restricciones o aumentos. Por el otro, estaciones de servicio y usuarios acumulan existencias, por las dudas. También se observa un “alza táctica” del gas licuado en garrafas, irónicamente en áreas de menores ingresos familiares.

Este tipo de “remarcaciones preventivas” va extendiéndose a lácteos, carnes rojas, medicina rentada, medicamentos, verduras, aceite comestible, yerba mate, etc. Otro dato curioso: como el alza decretada hace dos semanas deprimió la venta de marcas caras, las tabacaleras hacen pequeñas rebajas para los fumadores no se pasen a las más. Por supuesto, en general el comercio minorista y los mayorista tiene la misma excusa: versiones sobre aumentos en combustibles y tarifas eléctricas.

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