Halliburton: el Pentágono inicia investigación por fraude criminal

El Departamento de Defensa investiga a la empresa de energía, dirigida hasta su llegada al poder por el vicepresidente norteamericano, Dick Cheney, por haber encarecido el precio del gasoil suministrado a las tropas en Irak.

24 febrero, 2004

Según informa The New York Times, el gigante tejano de la industria petrolera, una de cuyas filiales, “Kellogg, Brown & Root” abastece de carburante y otros aprovisionamientos a las tropas norteamericanas, habría encarecido el precio del gasoil suministrado a las tropas de EEUU en Irak.
En diciembre pasado, los auditores del Pentágono indicaron que la sobrefacturación de carburante a través de un proveedor kuwaití rondaría los US$61 millones.

La compañía tejana anunció el 16 de febrero pasado que provisionalmente suspendería la facturación por las comidas servidas a los militares norteamericanos desplegados en la región, aunque puntualizó que ello no significaba una admisión de culpabilidad, sino que pretendía cotejar los datos hasta llegar a un acuerdo sobre las discrepancias en las cifras.
Paralelamente al anuncio de la investigación, la compañía con base en Houston lanzaba su campaña publicitaria con anuncios sobre las “pequeñas cosas que cuentan” y que elogia los servicios que presta para “acercar a casa” a los militares destinados en la región.

Además de los grandes contratos con proyectos de reconstrucción de carreteras y explotaciones petrolíferas, Halliburton distribuye el correo de los militares y suministra la comida a los soldados destacados en Irak y Kuwait.


Nota relacionada:

  • Halliburton y las elecciones: ¿Cheney pagó sobornos en Nigeria?

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    En diciembre pasado, los auditores del Pentágono indicaron que la sobrefacturación de carburante a través de un proveedor kuwaití rondaría los US$61 millones.

    La compañía tejana anunció el 16 de febrero pasado que provisionalmente suspendería la facturación por las comidas servidas a los militares norteamericanos desplegados en la región, aunque puntualizó que ello no significaba una admisión de culpabilidad, sino que pretendía cotejar los datos hasta llegar a un acuerdo sobre las discrepancias en las cifras.
    Paralelamente al anuncio de la investigación, la compañía con base en Houston lanzaba su campaña publicitaria con anuncios sobre las “pequeñas cosas que cuentan” y que elogia los servicios que presta para “acercar a casa” a los militares destinados en la región.

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