Halliburton, acusada de pobre desempeño en Irak

Altos sobrecostos y trabajos defectuosos plagan un contrato de US$ 1.200 millones –obtenido por Halliburton sin licitación- para reparar instalaciones petroleras vitales en el sur de Irak. Así dictamina un informe del departamento de Estado.

12 abril, 2005

En realidad, se trata de Kellogg, Brown & Root, subsidiaria de Halliburton que viene sufriendo reveses financieros desde 2003. Pero el dictamen firmado por Condoleezza Rice agudiza los severos problemas del grupo cuyo gestor de negocios en Washington sigue siendo el vicepresidente Richard Cheney, neurona de George W.Bush y ex CEO de la empresa. Por supuesto, es otro golpe a los multimillonarios negocios de KBR en Irak.

Entre ataques guerrilleros, la inesperada decrepitud de instalaciones (KBR no supo detectarla mientras gestionaba contratos sin competencia) y pobre desempeño de la firma, la producción iraquí alcanzaba a apenas 2.100.000 barriles diarios en febrero. Fue por ende inferior a la de septiembre, cuando la situación bélica era mucho más dura y el país no tenía aún gobierno propio. El informa también deja malparadas a las propias petroleras.

El dictamen forma parte del informe trimestral que la Casa Blanca eleva al congreso sobre la situación en Irak. Ahí, se indica que los problemas fiscales del gobierno iraquí han sido agravados por la baja de exportaciones. Así, el déficit “nuevo” podría ascender a US$ 5.000 millones durante este ejercicio.

Al respecto, el estudio revela una iniciativa muy poco usual de la embajada estadounidense en Bagdad. El 19 de enero último, a la sazón, le formuló a KBR una intimación concreta sobre su mal desempeño. La firma se limitó a reamplazar algunoi gerentes superiores, pero el gobierno no está satisfecho al respecto.

La embajada, entonces, pidió a Parsons Corporation, rival de KBR a cargo de campos petroleros septentrionales, “ejecutar tareas remanentes en el sur, no realizadas en forma ni tiempo”. Meses antes, la filial de Halliburton había sido censurada oficialmente por incurrir en altos gastos adicionales en otro contrato. Éste era por US$ 2.200 millones e involucraba apoyo logístico al ejército en operaciones.

Ese contrato había sido otorgado secretamente por el propio Cheney, vía Donald Rumsfeld, secretario de Defensa. Abarcaba reparaciones, importación de combustibles desde Kuweit, raciones y cocinas de campaña. Pero este segundo contrato es el que ha generado las críticas públicas más duras de Washington a su proveedor estrella.

No es buen momento para Halliburton –todavía manejada por testaferros del ex CEO-, pues un comité legislativo acaba de difundir datos de cinco auditorías adversas sobre aquel contrato inicial. Por ejemplo, el Pentágono había objetado facturas por US$ 212 millones sobre un total de 1.690 millones presentado por KBR, cubriendo importaciones de combustibles en 2003/4. Por su parte, la embajada en Bagdad reasignó US$ 839 millones en contratos originalmente asignados a compañías norteamericanas (KBR en especial). Esos trabajos irán a empresas locales y mano de obra iraquí. La decisión proviene de Rice, no de Rumsfeld, y ha hecho que Cheney virtualmente no le hable a la titular de Estado.

En realidad, se trata de Kellogg, Brown & Root, subsidiaria de Halliburton que viene sufriendo reveses financieros desde 2003. Pero el dictamen firmado por Condoleezza Rice agudiza los severos problemas del grupo cuyo gestor de negocios en Washington sigue siendo el vicepresidente Richard Cheney, neurona de George W.Bush y ex CEO de la empresa. Por supuesto, es otro golpe a los multimillonarios negocios de KBR en Irak.

Entre ataques guerrilleros, la inesperada decrepitud de instalaciones (KBR no supo detectarla mientras gestionaba contratos sin competencia) y pobre desempeño de la firma, la producción iraquí alcanzaba a apenas 2.100.000 barriles diarios en febrero. Fue por ende inferior a la de septiembre, cuando la situación bélica era mucho más dura y el país no tenía aún gobierno propio. El informa también deja malparadas a las propias petroleras.

El dictamen forma parte del informe trimestral que la Casa Blanca eleva al congreso sobre la situación en Irak. Ahí, se indica que los problemas fiscales del gobierno iraquí han sido agravados por la baja de exportaciones. Así, el déficit “nuevo” podría ascender a US$ 5.000 millones durante este ejercicio.

Al respecto, el estudio revela una iniciativa muy poco usual de la embajada estadounidense en Bagdad. El 19 de enero último, a la sazón, le formuló a KBR una intimación concreta sobre su mal desempeño. La firma se limitó a reamplazar algunoi gerentes superiores, pero el gobierno no está satisfecho al respecto.

La embajada, entonces, pidió a Parsons Corporation, rival de KBR a cargo de campos petroleros septentrionales, “ejecutar tareas remanentes en el sur, no realizadas en forma ni tiempo”. Meses antes, la filial de Halliburton había sido censurada oficialmente por incurrir en altos gastos adicionales en otro contrato. Éste era por US$ 2.200 millones e involucraba apoyo logístico al ejército en operaciones.

Ese contrato había sido otorgado secretamente por el propio Cheney, vía Donald Rumsfeld, secretario de Defensa. Abarcaba reparaciones, importación de combustibles desde Kuweit, raciones y cocinas de campaña. Pero este segundo contrato es el que ha generado las críticas públicas más duras de Washington a su proveedor estrella.

No es buen momento para Halliburton –todavía manejada por testaferros del ex CEO-, pues un comité legislativo acaba de difundir datos de cinco auditorías adversas sobre aquel contrato inicial. Por ejemplo, el Pentágono había objetado facturas por US$ 212 millones sobre un total de 1.690 millones presentado por KBR, cubriendo importaciones de combustibles en 2003/4. Por su parte, la embajada en Bagdad reasignó US$ 839 millones en contratos originalmente asignados a compañías norteamericanas (KBR en especial). Esos trabajos irán a empresas locales y mano de obra iraquí. La decisión proviene de Rice, no de Rumsfeld, y ha hecho que Cheney virtualmente no le hable a la titular de Estado.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades