Guerra cambiaria: hay otra baja, la cooperación global
China acusa a Estados Unidos de desestabilizar los países emergentes, fomentando políticas financieras demasiado laxas que los inundan de liquidez. Mientras tanto, la Reserva Federal insiste en que el Fondo Monetario Internacional se enfoque exclusivamente en las paridades cambiarias y en quienes acumulan deuda norteamericana titulizada (o sea bonos del tesoro).
12 octubre, 2010
<p>Dos analistas geopolíticos del Financial Times, Christopher Giles y Alan Beattie, sostienen que la colaboración económica atraviesa momentos difíciles. Así se notó en las frustráneas discusiones entre bancos centrales durante el fin de semana. <br />
<br />
Sin duda, “la idea misma de cooperación se diluye y se vislumbran ulteriores batallas en el campo cambiario. El fracaso del grupo de los 7 (jueves, viernes) y de la asamblea semestral FMI-Banco Mundial (sábado, domingo) ilustra claramente el punto: las principales economías del planeta siguen divididas”.<br />
La falta de acuerdos mínimos y aun de flexibilidad negociadora sobre reformas en el FMI exacerbará la volatilidad cambiaria en las semanas que median hasta la cumbre del Grupo de los 20, Seúl, en noviembre. Según lo ve Mohamed el-Erián, director ejecutivo de Pimco, el mayor especulador mundial con bonos, “la otrora promisoria reacción global ha sido reemplazada por políticas nacionales mal coordinadas y crecientes fricciones entre bancos centrales”. <br />
<br />
El pálido comunicado al terminar la asamblea semestral aludía a “gobiernos trabajando estrechamente juntos”. Pero no surgía ni un rastro de acuerdos o compromisos en ninguno de los temas programados, aún en los más urgentes. El viernes, Dominique Strauss-Kahn había exigido “hechos concretos. Las palabras –sostuvo- no sirven, no cambian absolutamente nada y es hora de adoptar decisiones y políticas nítidas”. No le hicieron caso.<br />
Por supuesto, no hay señales de que Beijing deje reapreciarse al yüan –obsesión estadounidense- ni seguridad de que, sin restricciones, esa moneda realmente suba ante el dólar. Tozudo, el secretario del Tesoro Timothy Geithner quizás arriesgue el puesto diciendo que “el FMI debe vigilar mejor las políticas cambiarias y la acumulación de reservas”.<br />
<br />
Naturalmente, esas presiones tan desembozadas sobre China encuentran creciente resistencia en el Reino del Medio. Su presidente del banco central, Zhou Xiaochüan, tachó de unilateral ese tipo de enfoques. “La perpetuación de intereses en extremo exiguos y políticas monetarias no convencionales, por parte de grandes emisores le genera duros problemas a muchas economías emergentes”, afirmaba el funcionario.<br />
<br />
A juicio de Giles y Beattie, “la agresiva reacción china a las críticas occidentales contra su política cambiaria, al desplazar la línea de ataque hacia medidas monetarias blandas y aumento de la deuda pública, refleja que Beijing enfrenta arma en mano a las presiones de EE.UU. y otros”.<br />
En otro intento de retomar la iniciativa con vistas a la reunión de Seúl, Strauss-Kahn y John Lipsky (su segundo) han propuesto el lunes un nuevo mecanismo para mejorar el escrutinio sobre política de diversos países. Vale decir, el FMI quiere saber en qué formas una economía afecta otras. “Pero –subrayan ambos expertos- no ve que este camino como el indicado para resolver las hondas divisiones sobre políticas” <br />
</p>