Google y YouTube, dos escenarios de campaña electoral

Otrora, recorrer Detroit era un rito de campaña ineludible para los candidatos. Hoy, Google y YouTube cumplen ese papel. Hillary Rodham Clinton hizo punta en febrero. La siguieron Johan McCain, William Richardson, John Edwards y Barack Obama.

4 diciembre, 2007

Estas visitas les permiten a los precandidatos “moverse en plena vanguardia tecnológica e identificarse con el futuro”, sostiene Kahtleen Jamieson (universidad de Pennsilvania). En tiempos anteriores a los medios masivos, los políticos trataban de alcanzar la mayor audiencia física posible. Cualkquier fábrica grande era útil. Pero, en ambientes como Google, la cantidad de personal a mano es limitada.

Por supuesto, los 16.000 empleados del megamotor en torno del mundo pueden acompañar al visitante en tiempo real vía pantallas, dispositivos manuales, blogs, etc. Por supuesto, el senador Obama –en noviembre- tuvo lleno total y fue preciso frenar la gente que intentaba entrra al salón principal.

Hay un matiz relevante: quienes recorrían plantas controlaban la audiencia. Ahora están a su merced. Así, quien va a Google queda expuesto, sin siquiera un atril para guarecerse, y no puede evadir preguntas molestas. De ese modo, Eric Schmidt –presidente ejecutivo de la compañía- le pidiò a Obama opiniones sobre Irán, Irak, Afganistán y Pakistán… en una sola pregunta.

Entre siete visitantes a Google, sólo Obama aprovechó la oportunidad para adelantar detalles de sus políticas tecnológicas. Hasta entonces, el senador Edwards tená claras posturas sobre neutralidad en internet, mayor acceso a banda ancha y temas conexos. En Google, Obama obtuvo atención para sus propuestas (verbigracia, mayor transparencia gubernamental vía la Red). Fue un excelente acto de campaña en el viejo y buen estilo.

Los videos de Edwards y Obama duran más ded una hora y están en YouTube. Por ahora, la estrella del sefgmento es el diputado Ronald Paul- Colgado en julio, hacia fin de noviembre su material había sido visitado más de 350.000 veces. A juicio de Jamieson, YouTube ha obligado a ampliar el espectro de los debates. Los usuarios plantean preguntas en forma de videos personales y luego pasan a internet junto con las respuestas.

Sin duda, mucho agua ha cxorrido bajo el puente desde los clásicos debates de 158 entre Abraham Lincoln y Stephen Douglas, cuando la audiencia asistió absorta a tenidas de tres a cuatro horas. Hoy es fácil olvidar que Estados Unidos vive de la primera campaña electoral donde se usa YouTube, fundada en 2005 y comprada al año siguiente por Google.

Estas visitas les permiten a los precandidatos “moverse en plena vanguardia tecnológica e identificarse con el futuro”, sostiene Kahtleen Jamieson (universidad de Pennsilvania). En tiempos anteriores a los medios masivos, los políticos trataban de alcanzar la mayor audiencia física posible. Cualkquier fábrica grande era útil. Pero, en ambientes como Google, la cantidad de personal a mano es limitada.

Por supuesto, los 16.000 empleados del megamotor en torno del mundo pueden acompañar al visitante en tiempo real vía pantallas, dispositivos manuales, blogs, etc. Por supuesto, el senador Obama –en noviembre- tuvo lleno total y fue preciso frenar la gente que intentaba entrra al salón principal.

Hay un matiz relevante: quienes recorrían plantas controlaban la audiencia. Ahora están a su merced. Así, quien va a Google queda expuesto, sin siquiera un atril para guarecerse, y no puede evadir preguntas molestas. De ese modo, Eric Schmidt –presidente ejecutivo de la compañía- le pidiò a Obama opiniones sobre Irán, Irak, Afganistán y Pakistán… en una sola pregunta.

Entre siete visitantes a Google, sólo Obama aprovechó la oportunidad para adelantar detalles de sus políticas tecnológicas. Hasta entonces, el senador Edwards tená claras posturas sobre neutralidad en internet, mayor acceso a banda ancha y temas conexos. En Google, Obama obtuvo atención para sus propuestas (verbigracia, mayor transparencia gubernamental vía la Red). Fue un excelente acto de campaña en el viejo y buen estilo.

Los videos de Edwards y Obama duran más ded una hora y están en YouTube. Por ahora, la estrella del sefgmento es el diputado Ronald Paul- Colgado en julio, hacia fin de noviembre su material había sido visitado más de 350.000 veces. A juicio de Jamieson, YouTube ha obligado a ampliar el espectro de los debates. Los usuarios plantean preguntas en forma de videos personales y luego pasan a internet junto con las respuestas.

Sin duda, mucho agua ha cxorrido bajo el puente desde los clásicos debates de 158 entre Abraham Lincoln y Stephen Douglas, cuando la audiencia asistió absorta a tenidas de tres a cuatro horas. Hoy es fácil olvidar que Estados Unidos vive de la primera campaña electoral donde se usa YouTube, fundada en 2005 y comprada al año siguiente por Google.

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