Goldman Sachs, Gordon Brown y las remuneraciones

Por una parte, el primer ministro británico insiste en una “tasa Tobin” sobre la especulación financiera. Por la otra, Lloyd Blankfein, director ejecutivo de GS, no quiere dar detalles de sus bonificaciones, sin duda generosas.

20 enero, 2010

<p>&ldquo;Primero los balances, despu&eacute;s los premios&rdquo;, es el lema en Wall Street y Londres. Sin atender a la creciente irritaci&oacute;n p&uacute;blica en Estados Unidos, Gran Breta&ntilde;a y la Eurozona, GS y otras entidades buscan ganar tiempo. Por ejemplo, esta semana la banca de inversi&oacute;n &ndash;disfrazada de banco comercial- divulgar&aacute; los n&uacute;meros completos de 2009, aunque no el monto exacto de remuneraciones a operadores estelares.<br />
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Existe empero un dato que da idea de esos estipendios &ldquo;secretos&rdquo;: para los tres primeros trimestres, Goldman Sachs apart&oacute; US$ 16.700 millones en efectivo y opciones. Ello sugiere que el monto total del a&ntilde;o rondar&aacute; los 21.000 millones. <br />
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Mientras tanto, en Gran Breta&ntilde;a corre un rumor, seg&uacute;n el cual la Autoridad de Servicios Financieros (FSA en la sigla inglesa) contempla bloquear los planes bonificatorios de la banca privada. Blankfein lo neg&oacute; redondamente. Pero la reguladora brit&aacute;nica ya hab&iacute;a aplicado en diciembre un gravamen de 50% sobre premios superiores a &#8356; 25.000 (unos US$ 40.000) por cabeza.<br />
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Al mismo tiempo, el ministro de hacienda Alistair Darling impon&iacute;a severas normas a las remuneraciones de todo el sector financiero privado. Por supuesto, los peores excesos en gratificar operadores estelares se dan en Estados Unidos y afectan a bancos beneficiarios de rescates seg&uacute;n el programa pro alivio de activos t&oacute;xicos (US$ 700.000 millones). Ir&oacute;nicamente, esos activos hab&iacute;an sido armados por esos operadores. <br />
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A todo esto, un banco ajeno a la Eurozona, Cr&eacute;dit Suisse, reaccion&oacute; inmediatamente a la medida de la FSA y descontar&aacute; 30% de los premios a ejecutivos londinenses. El objeto es mitigar los efectos de aquel 50% sobre bonificaciones. Ahora s&oacute;lo falta que sus colegas suizos saquen pasaporte brit&aacute;nico para aprovechar la bolada.<br />
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Entretanto, contin&uacute;a la cruzada contra la abusiva munificencia de los banqueros anglosajones hacia sus operadores favoritos. Hace dos d&iacute;as, Gordon Brown reiter&oacute; una propuesta casi blasfema, ya lanzada en la &uacute;ltima cumbre del grupo de los 20. Concebida a principios de los 90 por James Tobin (Nobel 1981), es una tasa sobre ganancias provenientes de la especulaci&oacute;n financiera supranacional. La nueva versi&oacute;n incluye el plano nacional. <br />
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