Gazprom se interesa en el supergasoducto sudamericano
Contra las objeciones de analistas y medios allegados a Washington o Houston, Rusia de pronto quiere participar en el proyecto, junto con Venezuela, Brasil y Argentina. Uruguay se margina, por influencia norteamericana.
Por un lado, fuentes estadounidenses y británicas, ligadas a cuatro grandes petroleras, recomiendan desechar el gasoducto y, en su lugar, importar fluido boliviano. Por el otro, de pronto surge Gazprom –una de los holdings más grandes del mundo- como interesado en el emprendimiento.
Esto, sin duda, forma parte de los ambiciosos planteos geopolíticos de Vladyímir Putin.Según se comenta an Berlín, la idea partió del ex canciller alemán Gerhard Schröder, hoy alto funcionario de Gazprom misma. En un comunicado desde Moscú, la compañía que administra la mayor red de su tipo en el globo señala: “Stánislav Tsyigánov, director internacional de la empresa, ha planteado el tema durante recientes reuniones en Caracas”.
Participaron en los encuentros funcionarios del ministerio de Energía y combustibles y Petróleos de Venezuela (PdVSA). Tras resaltar los buenos resultados de exploraciones conjuntas con Gazprom en la plataforma epicontental, el texto especifica que “las partes analizaron perspectivas de cooperación en el gasoducto sudamericano”.
Aparte de ganar la licitación por la fase A del proyecto gasífero Urdaneta, los rusos obtuvieron permisos de exploración y desarrollo en las cuentas costeras Urumaco 1 y 2. Se presume que ambos suman reservas por alrededor de 1000.000 millones de m3 de gas natural. La estimación proviene de Gazprom.
En lo tocante al supergasoducto, el comunicado añade que las negocaciones Gazprom-PdVSA probablemnente se amplíen para incluir Petrobrás y Enarsa. Entretanto, el gobierno venezila conversará con Bolivia, Paraguay y Uruguay, con el objeto de “sudamericanizar” el proyecto. El futuro ducto recorrerá más de 9.500 kilómetros –entre Puerto Ordaz y Buenos Aires- e insumirá de US$ 15.000 a 23.000 millones. Ello sin contar eventuales conexiones a países vecinos.
En este sentido, existe cierto interés en Guyana y Surinam, al este de Venezuera, clientes naturales de otro país petrolero, Trinidad-Tobago. Pero hay un complejo proeblema geopolítico: desde el siglo XIX, Venezuela reinvidica 55% de la ex Guayana británica y ésta reclama 15% de la ex Guyana holandesa. En cuanto a Montevideo, el peso de ChevronTexaco –tiene un hombre en el gabinete, Jorge Lepra- puede hacer más efectivas las presiones norteamericanas para que Uruguay se mantenga al margen del supergasoducto. Al mismo tiempo, el pésimo manejo bilateral del lío papelero les proporciona un marco político adecuado.
El futuro gasoducto podrá transportar hasta 150 millones de m3 diarios, o sea el quíntuple del que une Bolivia y Brasil, hoy el mayor de Sudamérica. Gazprom calcula en 4,1 billones de m3 las reservas gaspiferas venezolanas y en 11.200 millones de toneladas las de crudos (7% del total mundial), Obviamente, es una pieza relevante en el ajedrez geopolítico ruso y eso pteocupa en Estados Unidos.
Por un lado, fuentes estadounidenses y británicas, ligadas a cuatro grandes petroleras, recomiendan desechar el gasoducto y, en su lugar, importar fluido boliviano. Por el otro, de pronto surge Gazprom –una de los holdings más grandes del mundo- como interesado en el emprendimiento.
Esto, sin duda, forma parte de los ambiciosos planteos geopolíticos de Vladyímir Putin.Según se comenta an Berlín, la idea partió del ex canciller alemán Gerhard Schröder, hoy alto funcionario de Gazprom misma. En un comunicado desde Moscú, la compañía que administra la mayor red de su tipo en el globo señala: “Stánislav Tsyigánov, director internacional de la empresa, ha planteado el tema durante recientes reuniones en Caracas”.
Participaron en los encuentros funcionarios del ministerio de Energía y combustibles y Petróleos de Venezuela (PdVSA). Tras resaltar los buenos resultados de exploraciones conjuntas con Gazprom en la plataforma epicontental, el texto especifica que “las partes analizaron perspectivas de cooperación en el gasoducto sudamericano”.
Aparte de ganar la licitación por la fase A del proyecto gasífero Urdaneta, los rusos obtuvieron permisos de exploración y desarrollo en las cuentas costeras Urumaco 1 y 2. Se presume que ambos suman reservas por alrededor de 1000.000 millones de m3 de gas natural. La estimación proviene de Gazprom.
En lo tocante al supergasoducto, el comunicado añade que las negocaciones Gazprom-PdVSA probablemnente se amplíen para incluir Petrobrás y Enarsa. Entretanto, el gobierno venezila conversará con Bolivia, Paraguay y Uruguay, con el objeto de “sudamericanizar” el proyecto. El futuro ducto recorrerá más de 9.500 kilómetros –entre Puerto Ordaz y Buenos Aires- e insumirá de US$ 15.000 a 23.000 millones. Ello sin contar eventuales conexiones a países vecinos.
En este sentido, existe cierto interés en Guyana y Surinam, al este de Venezuera, clientes naturales de otro país petrolero, Trinidad-Tobago. Pero hay un complejo proeblema geopolítico: desde el siglo XIX, Venezuela reinvidica 55% de la ex Guayana británica y ésta reclama 15% de la ex Guyana holandesa. En cuanto a Montevideo, el peso de ChevronTexaco –tiene un hombre en el gabinete, Jorge Lepra- puede hacer más efectivas las presiones norteamericanas para que Uruguay se mantenga al margen del supergasoducto. Al mismo tiempo, el pésimo manejo bilateral del lío papelero les proporciona un marco político adecuado.
El futuro gasoducto podrá transportar hasta 150 millones de m3 diarios, o sea el quíntuple del que une Bolivia y Brasil, hoy el mayor de Sudamérica. Gazprom calcula en 4,1 billones de m3 las reservas gaspiferas venezolanas y en 11.200 millones de toneladas las de crudos (7% del total mundial), Obviamente, es una pieza relevante en el ajedrez geopolítico ruso y eso pteocupa en Estados Unidos.
