Gates exige a la OTAN destrabar la guerra libia
El Secretario de Defensa estadounidense se puso de pronto crítico en cuanto hace a la Organización del Tratado Noratlántico. Cuestiona la rebaja de gastos bélicos por parte de sus aliados europeos. Con dureza, afirma que se estancará un conflicto que se estira demasiado.
12 junio, 2011
<p>El hecho de que el funcionario –herencia de George W. Bush- esté a punto de dejar su cargo, tras cuatro años y medio, no reduce el peso de esas advertencias. Por cierto, el declinante interés de la Unión Europea en la seguridad global, no sólo en el caso libio (o yemení o sirio), desvela en Washington por dos cosas. <br />
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Una es la crisis de endeudamiento soberano, que empieza a afectar los presupuestos de defensa regionales. En particular el de Gran Bretaña, aliado incondicional de Estados Unidos en el área. Según la OTAN, los gastos militares han ido reduciéndose en US$ 45.000 millones durante 2009/10. La cifra equivale a la partida anual de defensa alemana.<br />
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Como resultado, pese a sus propios aprietos financieros, EE.UU. cubre en 2011 una mayor proporción de las facturas que pasa la OTAN. Por ende, sus erogaciones han ido aumentando de 50% del total en 2001 a 75% en 2010.<br />
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La segunda fuente de preocupaciones en Washington hace a la forma ineficiente en que los países de Europa occidental gastan sus presupuestos militares. Como lo señala Gates, la región “muestra un derroche colectivo que suma US$ 300.000 millones anuales, poco menos de la mitad de las erogaciones incurridas por el Pentágono”.<br />
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Pero existe “exigua coordinación entre las autoridades locales de defensa, especialmente en la asignación de recursos tan preciosos”. Por ejemplo, “la UE mantiene veintiún astilleros navales contra apenas tres en EE.UU. y ejecuta 89 programas diferentes de armamentos, mientras nosotros tenemos sólo veintisiete”. En lo atinente a tanques, hay once programas contra dos”.<br />
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Las inquietudes del alto funcionarios no son nada nuevo. Durante años, autoridades y expertos estadounidenses vienen reclamando que la UE comparta los gastos en seguridad de la OTAN en mayor medida que ahora. Pero, hoy, ¿esos gobiernos escucharán a Gates o su sucesor, por más duros que se pongan?<br />
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Algunos estados de UE reconocen la necesidad de mayor o mejor cooperación dentro de la OTAN, en particular ante la guerra civil libia. Francia y Gran Bretaña, las máximas potencias militares, firmaron en octubre tratados que admiten la necesidad de compartir capacidades, so pena de perderlas. <br />
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Pero los restantes países occidentales no parecen interesados en el problema y ni hablar de los flancos oriental y sudoriental de la UE. A la luz de las veladas intimaciones de Washington, cabe presumir que su móvil es presionar para que los países remisos cambien de actitud. <br />
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