La recuperación que había caracterizado al año 2024 se detuvo en el segundo trimestre de 2025, según el último Informe de Coyuntura Regional Comahue elaborado por el Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (IERAL) de Fundación Mediterránea. El documento detalla una desaceleración económica a nivel nacional y una marcada heterogeneidad en las provincias patagónicas.
Neuquén: el motor energético sostiene la expansión
Neuquén consolidó su crecimiento apoyada en la producción de petróleo no convencional de Vaca Muerta. La actividad económica provincial creció 4% en el empleo privado durante el primer trimestre del año y las exportaciones aumentaron 14% interanual en los primeros nueve meses, totalizando US$ 3.800 millones, equivalentes al 17% del producto bruto provincial (PBG).
El informe destaca que la masa salarial real del sector privado creció 16% en el período enero-julio, mientras la recaudación de Ingresos Brutos y el crédito bancario también mostraron incrementos. Las finanzas públicas se mantienen equilibradas con un resultado positivo del 1,5% del PBG.
Río Negro: estabilidad y dependencia del Alto Valle
Río Negro presenta un escenario intermedio. Su economía creció levemente, impulsada por la agroindustria frutícola del Alto Valle y por la cercanía con el polo energético neuquino. Las exportaciones aumentaron 12% interanual en los primeros nueve meses de 2025, con ventas por US$ 601 millones, de las cuales la mitad corresponden a frutas frescas y procesadas.
El empleo industrial se expandió 3% y el agropecuario se mantuvo estable, aunque la construcción evidenció una caída significativa. La masa salarial real creció 14%, acompañada por una mejora en la recaudación provincial. No obstante, el sector frutícola enfrenta presión por el aumento de los costos en dólares, lo que reduce su competitividad externa.
Chubut: contracción y deterioro del empleo
En contraste, Chubut muestra señales de retroceso. La provincia registró caídas simultáneas en minería (-6%) y construcción (-9%) durante el primer trimestre, dos sectores estrechamente ligados al petróleo, cuya producción continúa en declive. La masa salarial real apenas creció 2% interanual y desde mayo muestra retrocesos mensuales.
Pese a que las exportaciones sumaron US$ 3.600 millones en 2024 —20% del PBG—, la composición sectorial revela un sesgo hacia combustibles (50%) y metales (28%), mientras que los productos primarios disminuyeron 10%. El informe señala que las cuentas fiscales presentan un sesgo expansivo: el gasto creció más que los ingresos, erosionando el superávit previo.
Consumo y crédito: señales mixtas
Desde mayo de 2025, las ventas minoristas y de automóviles registraron caídas, aunque el consumo de combustibles se mantuvo estable. En paralelo, los préstamos bancarios a personas y empresas aumentaron por encima de la inflación, aunque el impacto macroeconómico sigue siendo limitado debido al bajo punto de partida del crédito.
Exportaciones y finanzas públicas: disparidades marcadas
El comportamiento exportador consolida la especialización regional: petróleo en Neuquén, frutas en Río Negro y un perfil diversificado en Chubut. Las regalías representan una parte sustancial de los ingresos corrientes —40% en Neuquén y 24% en Chubut—, lo que explica la brecha entre ambas: mientras la producción neuquina crece, la chubutense cae.
En materia fiscal, Neuquén y Río Negro mantienen superávit, mientras Chubut avanza hacia un déficit por mayor gasto corriente.
Perspectivas: menos incertidumbre, más heterogeneidad
El IERAL proyecta una reactivación moderada para el segundo semestre de 2025, impulsada por la reducción de la incertidumbre tras las elecciones nacionales y un mayor dinamismo del crédito. Sin embargo, advierte sobre riesgos para los sectores exportadores ante un posible atraso cambiario.
En ese contexto, Neuquén continuará liderando el crecimiento patagónico gracias a la expansión de Vaca Muerta, Río Negro podría beneficiarse del efecto derrame energético, y Chubut enfrentará mayores desafíos para recuperar su actividad.
