Fuerte ofensiva antibanca e incierto destino de Bernanke
Mientras sigue la baja bursátil, crece la resistencia de legisladores demócratas a que Benjamin Bernanke siga en la Reserva Federal. Lo malo es que lo apoya el mismo presidente que califica de estúpidas ciertas decisiones de los banqueros.
24 enero, 2010
<p>Por cierto, Barack Obama cumple con la “promesa populista” (dixit el Wall Street Journal) de dar pelea sin cuartel a gigantes como Bank of America, JPMorgan Chase, Citigroup –donde el estado retiene 27% del paquete-, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Wells Fargo, etc.<br />
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Durante la tercera semana del año, en efecto, el Dow Jones 30 perdió poco más de 4,1%. Nada espectacular, pero es el peor margen en siete meses. Sumida en temores recesivos propios, Europa occidental acompañó la tendencia parte del camino. Entretanto, el silencio de los bancos centrales transatlánticos ante las diatribas en Washington contra el sector privado contrastaba con la discreta aprobación de China, India, Rusia, Sudáfrica y buena parte de Latinoamérica. <br />
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Pero la desastrosa derrota demócrata en Massachusetts (viejo feudo de los Kennedy) obra contra la confirmación de Bernanke al frente de la Reserva Federal. También perjudica al secretario del Tesoro, Timothy Geithner, ex director de la RF cuya gestión –sostienen varios legisladores- parece mera continuación de Henry Paulson, el hombre de Goldman Sachs que rescató malos banqueros por US$ 700.000 millones.<br />
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A criterio de analistas latinoamericanos, Obama reaccionó ante el revés electoral al estilo Kirchner. Vale decir, redobló la apuesta proponiendo medidas para trabar el surgimiento o la perpetuación de megabancas. En particular, las propensas a especular con derivativos, transacciones de alta frecuencia y bienes raíces.<br />
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En realidad, las medidas anunciadas el jueves tienden a redimensionar bancos “demasiado grandes para dejarlos caer”, una definición poco feliz de Geithner. Ahora, el presidente da vuelta la idea y no excluye dividir entidades demasiado diversificadas u omnipresentes. En otros términos, impedir que torne a usarse dinero de los contribuyentes para sacar banqueros de aprietos. <br />
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Respecto de las nuevas medidas, medios de Nueva York, Londres y Washington sostienen que se ha roto el consenso en el propio entorno de Obama. Opuesto a la propuesta presidencial, Geithner chocó con su mentor real, nadie menos que Paul Volcker. Lawrence Summers, otro asesor de la Casa Blanca, se plegó al secretario del Tesoro. Con senadores demócratas como Barbara Boxer (California), Russell Feingold (Wisconsin) o Byron Dorgan (Dakota norte) pidiendo su cabeza, Bernanke optaba por el silencio. <br />
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