El presidente mexicano, Vicente Fox, fue el invitado de honor del día, ayer (viernes 26), en la cumbre económica de Davos, y en sintonía con ello, se convirtió en la principál atracción cautivando al auditorio con su personalidad y su carisma, “como si siempre hubiese sido presidente” deslizó la voz de unos de los asistentes.
Tal como el año pasado lo fueron lo fueron Bill Clinton y Tony Blair, esta vez le tocó a Fox ser el principal invitado y el mandatario mexicano aprovechó para comenzar su exposición con un sorprendente y festejado “¡Hola jóvenes!”, dicho en español, y dirigido a un auditorio donde abundan las cabezas calvas y las canas de varios años.
Dijo que las medidas que hacen falta llevar a cabo en México no incluyen demoras y recalcó su intención de actuar con dinamismo y con rapidez.
Adelantó que se reuniría con el nuevo presidente norteamericano, George W. Bush, lo antes posible y observó que “ambos usamos botas de cowboy”, mostrando que las llevaba puestas, y en combinación con su traje oscuro.
Fox también adelantó que piensa realizar una rápida reforma fiscal, una reestructuración de todo el sistema bancario (altamente estatal) y abrirá el mercado energético (también fuertemente estatizado).
Después confirmó que México impulsará la ampliación del Nafta al resto de América latina.
Refiriéndose al Mercosur, Fox dijo que era fundamental firmar un acuerdo porque “el camino de un libre comercio en toda América es largo, y hay que avanzar paso a paso. El Mercosur ya es una realidad, por lo cual un acuerdo con él es un paso rumbo al objetivo mayor”.
El presidente mexicano, Vicente Fox, fue el invitado de honor del día, ayer (viernes 26), en la cumbre económica de Davos, y en sintonía con ello, se convirtió en la principál atracción cautivando al auditorio con su personalidad y su carisma, “como si siempre hubiese sido presidente” deslizó la voz de unos de los asistentes.
Tal como el año pasado lo fueron lo fueron Bill Clinton y Tony Blair, esta vez le tocó a Fox ser el principal invitado y el mandatario mexicano aprovechó para comenzar su exposición con un sorprendente y festejado “¡Hola jóvenes!”, dicho en español, y dirigido a un auditorio donde abundan las cabezas calvas y las canas de varios años.
Dijo que las medidas que hacen falta llevar a cabo en México no incluyen demoras y recalcó su intención de actuar con dinamismo y con rapidez.
Adelantó que se reuniría con el nuevo presidente norteamericano, George W. Bush, lo antes posible y observó que “ambos usamos botas de cowboy”, mostrando que las llevaba puestas, y en combinación con su traje oscuro.
Fox también adelantó que piensa realizar una rápida reforma fiscal, una reestructuración de todo el sistema bancario (altamente estatal) y abrirá el mercado energético (también fuertemente estatizado).
Después confirmó que México impulsará la ampliación del Nafta al resto de América latina.
Refiriéndose al Mercosur, Fox dijo que era fundamental firmar un acuerdo porque “el camino de un libre comercio en toda América es largo, y hay que avanzar paso a paso. El Mercosur ya es una realidad, por lo cual un acuerdo con él es un paso rumbo al objetivo mayor”.