FMI: EE.UU. crecerá solo 2,2% este año y Argentina lo harà en 7,5%

El Fondo Monetario Internacional redujo de 2,9 a 2,2% la expansión estimada para el PBI. Como ello se debe a la crisis hipotecaria, cayó mal en Wall Street y peor en Washington. Argentina salió mejor parada: 7,5% ahora, 5,5% en 2008.

13 abril, 2007

En general, las estimaciones del FMI sobre producto bruto interno suenan bastante arbitrarias. Por ejemplo, mantiene +10% para China, pero baja India a +8,4%, ubica Alemania en un magro 1,8% y Venezuela en 6,2%. En cuanto a la Argentina, el ente destaca su crecimiento, pero advierte dirigismo en precios, maquillaje de indicadores y tendencias inflacionarias. En este plano, estima 10,3% este año y un empinado 12,7% en 2008. Sólo Venezuela se ve peor en Latinoamérica: +21,6% en 2007, +25,7% en 2008.

La segunda economía mundial (primera marcha la Unión Europea), si el FMI tiene razón, tendrá el año más débil en el quinquenio 2003-7. El nuevo cálculo forma parte del informe semestral que presentará la entidad a la asamblea semestral conjunta con el Banco internacional de reconstrucción y fomento (BIRF o Banco mundial).

En 2006, el PBI norteamericano logró elevarse 3,3%. Una cifra moderada pero no tan espectacular como suelen decir los analistas conservadores o el propio gobierno de George W.Bush.

Por cierto, la crisis de los prestamistas predatorios (“loan sharks” o usureros), ligada a carteras hipotecarias incobrables, es otra fase del desinfle que vive desde 2005 la burbuja inmobiliaria iniciada en 2001. Según señala el trabajo del Fondo, también influye la caída en los valores de viviendas nuevas y la menor actividad constructora (las unidades sin vender marcan un pico en quince años).

A primera vista, parece una venganza de la economía física sobre la especulación financiera (no otra cosa son los créditos a malos deudores). Ahora, sólo falta que peligre la última moda, es decir las gigantescas compras apalancadas que se financian con deuda nueva de las propias empresas adquiridas.

Para 2008, el FMI es apenas más optimista: vaticina 2,8% de avance en el PBI estadounidense. No se entiende, por tanto, que –para este año- deje intacta la proyección hecha en septiembre para el PB global: 4,9%. Eso tiene una lectura inquietante: por vez primera en cuatro decenios, el resto del planeta no depende de la fuera su principal locomotora, EE.UU. De paso, esta economía deja de encabezar el Grupo de los 7 en expansión, algo que no sucedía desde 2003. Los cambios no paran ahí: la Eurozona crece más que EE.UU. y eso no pasaba desde 2001.

En general, las estimaciones del FMI sobre producto bruto interno suenan bastante arbitrarias. Por ejemplo, mantiene +10% para China, pero baja India a +8,4%, ubica Alemania en un magro 1,8% y Venezuela en 6,2%. En cuanto a la Argentina, el ente destaca su crecimiento, pero advierte dirigismo en precios, maquillaje de indicadores y tendencias inflacionarias. En este plano, estima 10,3% este año y un empinado 12,7% en 2008. Sólo Venezuela se ve peor en Latinoamérica: +21,6% en 2007, +25,7% en 2008.

La segunda economía mundial (primera marcha la Unión Europea), si el FMI tiene razón, tendrá el año más débil en el quinquenio 2003-7. El nuevo cálculo forma parte del informe semestral que presentará la entidad a la asamblea semestral conjunta con el Banco internacional de reconstrucción y fomento (BIRF o Banco mundial).

En 2006, el PBI norteamericano logró elevarse 3,3%. Una cifra moderada pero no tan espectacular como suelen decir los analistas conservadores o el propio gobierno de George W.Bush.

Por cierto, la crisis de los prestamistas predatorios (“loan sharks” o usureros), ligada a carteras hipotecarias incobrables, es otra fase del desinfle que vive desde 2005 la burbuja inmobiliaria iniciada en 2001. Según señala el trabajo del Fondo, también influye la caída en los valores de viviendas nuevas y la menor actividad constructora (las unidades sin vender marcan un pico en quince años).

A primera vista, parece una venganza de la economía física sobre la especulación financiera (no otra cosa son los créditos a malos deudores). Ahora, sólo falta que peligre la última moda, es decir las gigantescas compras apalancadas que se financian con deuda nueva de las propias empresas adquiridas.

Para 2008, el FMI es apenas más optimista: vaticina 2,8% de avance en el PBI estadounidense. No se entiende, por tanto, que –para este año- deje intacta la proyección hecha en septiembre para el PB global: 4,9%. Eso tiene una lectura inquietante: por vez primera en cuatro decenios, el resto del planeta no depende de la fuera su principal locomotora, EE.UU. De paso, esta economía deja de encabezar el Grupo de los 7 en expansión, algo que no sucedía desde 2003. Los cambios no paran ahí: la Eurozona crece más que EE.UU. y eso no pasaba desde 2001.

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