¿Falta liderazgo político?
Así lo afirmaron algunos analistas locales respondiendo a las declaraciones de Reichmann (FMI) quien señaló que el país no sale de la crisis por una cuestión anímica. ¿Señales de antiinversión?.
El director asistente del departamento Hemisferio Occidental del FMI, afirmó sentirse desorientado y frustrado frente a la psicología de los argentinos, y señaló que –aunque las “cosas se están haciendo bien”– el mercado no responde por factores psicológicos. El presidente Fernando de la Rúa se hizo eco de esos dichos.
En base a esta polémica, el diario La Nación consultó a diversos economistas que no coincidieron con Reichmann. En general, los entrevistados coincidieron en dos puntos:
Existen condiciones objetivas que dificultan la salida de la crisis.
Desde el Gobierno no se emiten las señales para revertirla.
Daniel Artana–economista jefe de Fiel– señaló que el problema no es el consumo, sino la caída de la inversión. El experto que existe en esto alguna responsabilidad política. “Lo único que hace el poder es dar señales antiinversión”—afirmó el economista—.
Manuel Solanet–titular de Infupa– advirtió que existe una base anímica en los argentinos que siempre fue alimentada por situaciones reales. ” El impuestazo afectó los bolsillos, no la psiquis. Las empresas redujeron personal y horas extras, y cayó el consumo. Hay, además, diversidad en el discurso político del Gobierno, y eso afecta la confianza. Acá se habló muchas veces de cambiar el modelo.”—relató Solanet—.
Para Ernesto O´Connor–de la Fundación Mediterránea– “falta un discurso unificado del Gobierno: hubo críticas a la convertibilidad, no se sabe si van a volver las jubilaciones de reparto, y algunas reformas no se hicieron bien, como las obras sociales. Hay inseguridad laboral y eso genera un deterioro de las expectativas. La reforma tributaria y la supuesta fuga de empresas a Brasil, algo que no ocurrió, también influyeron”.
El director asistente del departamento Hemisferio Occidental del FMI, afirmó sentirse desorientado y frustrado frente a la psicología de los argentinos, y señaló que –aunque las “cosas se están haciendo bien”– el mercado no responde por factores psicológicos. El presidente Fernando de la Rúa se hizo eco de esos dichos.
En base a esta polémica, el diario La Nación consultó a diversos economistas que no coincidieron con Reichmann. En general, los entrevistados coincidieron en dos puntos:
Existen condiciones objetivas que dificultan la salida de la crisis.
Desde el Gobierno no se emiten las señales para revertirla.
Daniel Artana–economista jefe de Fiel– señaló que el problema no es el consumo, sino la caída de la inversión. El experto que existe en esto alguna responsabilidad política. “Lo único que hace el poder es dar señales antiinversión”—afirmó el economista—.
Manuel Solanet–titular de Infupa– advirtió que existe una base anímica en los argentinos que siempre fue alimentada por situaciones reales. ” El impuestazo afectó los bolsillos, no la psiquis. Las empresas redujeron personal y horas extras, y cayó el consumo. Hay, además, diversidad en el discurso político del Gobierno, y eso afecta la confianza. Acá se habló muchas veces de cambiar el modelo.”—relató Solanet—.
Para Ernesto O´Connor–de la Fundación Mediterránea– “falta un discurso unificado del Gobierno: hubo críticas a la convertibilidad, no se sabe si van a volver las jubilaciones de reparto, y algunas reformas no se hicieron bien, como las obras sociales. Hay inseguridad laboral y eso genera un deterioro de las expectativas. La reforma tributaria y la supuesta fuga de empresas a Brasil, algo que no ocurrió, también influyeron”.
