Extensa lista de reclamos del FMI al gobierno

Se pide un superávit fiscal sostenido del 5 por ciento, que las compensaciones a los bancos sean otorgadas por decreto, que se haga una rápida negociación de la deuda y que se avance con una reforma impositiva.

2 julio, 2003

Así se desprende de un documento de 32 páginas que el director
del Fondo Monetario, Horst Köhler, entregó a funcionarios del
Gobierno durante su reciente visita a la Argentina.

En ese informe -que publican hoy diarios porteños- se indica
además la necesidad de avanzar con la reforma bancaria, reajustar
las tarifas de servicios públicos, modificar la carta orgánica del
Banco Central y lograr una “revisión estratégica” de la banca
pública.

El documento del FMI incluye una descripción de la evolución
política, económica e institucional de la Argentina en los últimos
años, además de un análisis sobre los partidos políticos,
sindicatos y Poder Judicial y un listado de funcionarios “clave”
del nuevo gobierno.

En este marco, el Fondo resalta que el colapso argentino
comenzó a gestarse durante la segunda Presidencia de Carlos Menem,
cuando “las reformas económicas fueron trabadas por la pelea en
torno a la sucesión” del ex jefe de Estado, “en la cual los
ultramenemistas pujaron por enmiendas que le permitieran
candidatearse nuevamente en 1999”.

También destaca que existían casos de corrupción que
“implicaban a figuras del gabinete y al mismo Menem”.
Para el Fondo, la Corte Suprema está “altamente politizada”,
los partidos políticos “en crisis” y, en particular, subraya la
“división” del peronismo.

Además, argumenta que los sindicatos pierden espacio pero los
piqueteros suman influencia, mientras que del presidente Néstor
Kirchner dice que su objetivo es construir una “alianza de
centroizquierda”.

Entre las figuras “clave” del gabinete nacional, el Fondo
nombró a los ministros Roberto Lavagna, Alberto Fernández y a
Julio De Vido, y también a la senadora Cristina Fernández, la
esposa de Kirchner.

En cuanto a la evolución económica, el organismo crediticio
señaló que aún con un superávit fiscal del 4 por ciento, a mediano
plazo surgirán “grandes brechas de financiamiento”, que obligarán
a extender la renegociación de la deuda a los préstamos
garantizados, por 34 mil millones de dólares, y a los bonos Boden,
por 15 mil millones de la misma moneda.
Según los cálculos del Fondo, se la renegociación se limita
sólo a los 67 mil millones de dólares que se encuentran en
cesación de pagos, la quita a los acreedores debería llegar al 70
por ciento.

Así se desprende de un documento de 32 páginas que el director
del Fondo Monetario, Horst Köhler, entregó a funcionarios del
Gobierno durante su reciente visita a la Argentina.

En ese informe -que publican hoy diarios porteños- se indica
además la necesidad de avanzar con la reforma bancaria, reajustar
las tarifas de servicios públicos, modificar la carta orgánica del
Banco Central y lograr una “revisión estratégica” de la banca
pública.

El documento del FMI incluye una descripción de la evolución
política, económica e institucional de la Argentina en los últimos
años, además de un análisis sobre los partidos políticos,
sindicatos y Poder Judicial y un listado de funcionarios “clave”
del nuevo gobierno.

En este marco, el Fondo resalta que el colapso argentino
comenzó a gestarse durante la segunda Presidencia de Carlos Menem,
cuando “las reformas económicas fueron trabadas por la pelea en
torno a la sucesión” del ex jefe de Estado, “en la cual los
ultramenemistas pujaron por enmiendas que le permitieran
candidatearse nuevamente en 1999”.

También destaca que existían casos de corrupción que
“implicaban a figuras del gabinete y al mismo Menem”.
Para el Fondo, la Corte Suprema está “altamente politizada”,
los partidos políticos “en crisis” y, en particular, subraya la
“división” del peronismo.

Además, argumenta que los sindicatos pierden espacio pero los
piqueteros suman influencia, mientras que del presidente Néstor
Kirchner dice que su objetivo es construir una “alianza de
centroizquierda”.

Entre las figuras “clave” del gabinete nacional, el Fondo
nombró a los ministros Roberto Lavagna, Alberto Fernández y a
Julio De Vido, y también a la senadora Cristina Fernández, la
esposa de Kirchner.

En cuanto a la evolución económica, el organismo crediticio
señaló que aún con un superávit fiscal del 4 por ciento, a mediano
plazo surgirán “grandes brechas de financiamiento”, que obligarán
a extender la renegociación de la deuda a los préstamos
garantizados, por 34 mil millones de dólares, y a los bonos Boden,
por 15 mil millones de la misma moneda.
Según los cálculos del Fondo, se la renegociación se limita
sólo a los 67 mil millones de dólares que se encuentran en
cesación de pagos, la quita a los acreedores debería llegar al 70
por ciento.

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