Explicaciones de toda índole para las crisis

Una definición satisfactoria de dos episodios -2007/09 (EE.UU.), 2010 en adelante (Eurozona)- dista de ser posible. Cierto grado de estabilidad se consolida a este lado del Atlántico, pero el sistema sigue bajo presiones en la otra orilla.

1 mayo, 2011

<p>Por ejemplo, el desempleo norteamericano sigue alto (9,9/9,5%) o cr&iacute;tico (m&aacute;s de 23% en Espa&ntilde;a y Letonia), con perspectivas harto complejas para todo 2011. En el cuarto trimestre de 2009, apenas una parte de los enormes est&iacute;mulos fiscales y econ&oacute;micos empezaron a hacerse notar en Estado Unidos. Ahora, los planes regresivos impuestos en pa&iacute;ses de Europa occidental arriesgan efectos contraproducentes.<br />
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Desde 2008, la Reserva Federal y sus contrapartes han intervenido en una escala sin precedentes respaldando un sistema que varios economistas serios dan por irrescatable (igual que el burs&aacute;til). Otros califican esos paquetes de tareas inconclusas. Entretanto, el porvenir es incierto. <br />
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Los expertos difieren notoriamente en pol&iacute;ticas econ&oacute;micas, financieras y h&aacute;bitos de los mercados. Por ejemplo, David Wessel (Wall Street Journal) ubica la causa de la cat&aacute;strofe en el triunfo de la especulaci&oacute;n a expensas de la industria norteamericana. Jopeph Stiglitz y Paul Krugman (Nobel 2001 y 2008) sospechan que el capitalismo anglosaj&oacute;n tiene la culpa. En realidad, estas crisis carecen de fuente un&iacute;voca.<br />
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Con matices, casi todos los analistas sostienen que los funcionarios claves encararon, generalmente sin mucha confianza en s&iacute; mismos, el alud que se hab&iacute;a desatado a fines de 2007. El elenco incluye Benjamin Bernanke, Henry Paulson &ndash;secretario del tesoro bajo George W.Bush- y su sucesor, Timothy Geithner, entonces presidente de la RF neoyorquina. <br />
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Resulta dif&iacute;cil ignorar las duras cr&iacute;ticas de Wessel a Alan Greenspan, antecesor de Bernanke, hasta 2006 mucho m&aacute;s intocable que &eacute;ste. Si alguien debiera haber actuado a tiempo para evitar la crisis elevando tasas y ahogando el auge de malas hipotecas v&iacute;a regulaciones m&aacute;s estrictas, &eacute;se era Greenspan. Pero &eacute;ste hab&iacute;a echado por la borda su propia cr&iacute;tica de 2003 a la &ldquo;exuberancia irracional de los mercados&rdquo;. <br />
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Si se buscan planteos m&aacute;s &aacute;cidos, debe acudirse a Mark Zandi, allegado a Moody&rsquo;s Investors Service. Al incursionar en causas socioecon&oacute;micas, pone en la picota el auge de malas hipotecas, la obsesi&oacute;n norteamericana por la casa propia, las desgravaciones impositivas de George W.Bush que promovieron endeudamiento de todo tipo y, en lo financiero, ex&oacute;ticos instrumentos especulativos, mal manejo de riesgos, etc. Todo enmarcado en el papel ambiguo de las agencias calificadoras.</p>
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