Eurozona; se asusta de una inflación récord, apenas 3,2% anual

Los ortodoxos que controlan el Banco Central y parte de la Comisión Europea siembran la alarma desmedida. Jean-Claude Trichet y el español Joaquín Almunia creen que es la mayor en catorce años.

1 febrero, 2008

Por supuesto, en 1993 no existían el euro ni, claro, la Eurozona. Lo que asusta hoy a esos funcionarios es la marcha del indicador minorista. En cuatro meses ha pasado de 2,6 (octubre) a 3,2%, la estimación preliminar de enero.

En realidad, la mala de la película es España: si inflación anual proyectaba 4,3% en diciembre y 4,4% en enero. Pero se trata de cifras poco representativas en lo regional y sólo desvelan a los partidarios de dos imposibles: 2% anual en precios y similar cifra para cada déficit fiscal primario.

El cuadro objetivo es muy diferente si se lo mira desde una perspectiva sistémica, o sea el que tiene ahora Dominique Strauss-Kahn (Fondo Monetario). Ahí surge una clave opuesta a las obsesiones de Trichet y Almunia: en Alemania, la economía central de la Eurozoa, el desempleo ha caído de 10 a 8,7% en el cuarto trimestre, pero sigue demasiado alto como para que Angela Merkel les haga caso a recetas del BCE. Trichet se aferra a una tasa básica de 4% anual, un punto sobre la norteamericana. Que puede ser peligrosa para el crecimiento real.

Por supuesto, en 1993 no existían el euro ni, claro, la Eurozona. Lo que asusta hoy a esos funcionarios es la marcha del indicador minorista. En cuatro meses ha pasado de 2,6 (octubre) a 3,2%, la estimación preliminar de enero.
<p>En realidad, la mala de la pel&iacute;cula es Espa&ntilde;a: si inflaci&oacute;n anual proyectaba 4,3% en diciembre y 4,4% en enero. Pero se trata de cifras poco representativas en lo regional y s&oacute;lo desvelan a los partidarios de dos imposibles: 2% anual en precios y similar cifra para cada d&eacute;ficit fiscal primario.</p>
<p>El cuadro objetivo es muy diferente si se lo mira desde una perspectiva sist&eacute;mica, o sea el que tiene ahora Dominique Strauss-Kahn (Fondo Monetario). Ah&iacute; surge una clave opuesta a las obsesiones de Trichet y Almunia: en Alemania, la econom&iacute;a central de la Eurozoa, el desempleo ha ca&iacute;do de 10 a 8,7% en el cuarto trimestre, pero sigue demasiado alto como para que Angela Merkel les haga caso a recetas del BCE. Trichet se aferra a una tasa b&aacute;sica de 4% anual, un punto sobre la norteamericana. Que puede ser peligrosa para el crecimiento real.</p>
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