Europa subió las tasas de interés

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El Banco Central Europeo sorprendió elevándolas medio punto, a 4,25%, en lugar de un cuarto de punto, como esperaba la mayoría de los analistas. Busca respaldar al euro.
Por Javier García

(EFE).- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy (jueves 8) aumentar medio punto las tasas de interés en la eurozona hasta situarlas en 4,25%, sorprendiendo en parte a la mayoría de los analistas, que estimaban el alza en un cuarto de punto.

El máximo órgano rector de la entidad decidió, además, cambiar a una tasa de interés variable, con un mínimo de puja de 4,25%, el sistema de adjudicación de sus operaciones principales de refinanciación.

Hasta ahora las subastas de inyección de liquidez en el eurosistema del BCE se realizaban con una tasa de interés fija, en el caso semanal, y una tasa variable en el mensual.

El BCE también modificó en 0,50 puntos básicos los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito (por la que presta dinero a las entidades), y de la facilidad de depósito (por la que remunera el dinero), situándolos en 5,25% y 3,25%, respectivamente.

La mayoría de los analistas ya había previsto que el máximo órgano del BCE subiría hoy el precio del dinero en el área para combatir posibles riesgos de inflación y apoyar la reciente recuperación del euro, aunque el grueso de los pronósticos situaba el aumento en un cuarto de punto.

La decisión del banco elevó considerablemente la cotización de la moneda única, que a las 12.35 GMT se cambiaba en Francfort a US$ 0,9672, frente a los US$ 0,9588 de esta mañana.

El alza de las tasas en medio punto no parece haber sorprendido sin embargo a los mercados, que ya habían descontado un alza de un cuarto de punto y prácticamente anticipado una mayor.

Aunque el crecimiento de los precios se aplacó en abril con una tasa de 1,9%, los riesgos de inflación en el área siguen latentes debido al efecto retardado que puede tener todavía la fuerte depreciación del euro en los primeros meses del año, unida al elevado costo del petróleo.

Además, la persistencia del fuerte ritmo de crecimiento del dinero en circulación en el área, dos puntos por encima del valor de referencia en abril, confirmó que la liquidez en el eurosistema sigue siendo “generosa”, según reconocieron los propios directivos del banco en los últimos días.

Algunos expertos no descartan que en mayo el Indice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) vuelva a alcanzar, o incluso a superar, la barrera de 2%, tal como hizo en febrero y marzo.

La de hoy es la quinta alza de las tasas de interés en la eurozona desde el pasado noviembre y la cuarta en lo que va de año, tras la adoptada el 27 de abril.

Medios financieros coincidían en que la fuerte recuperación del euro en las últimas tres semanas obligaba además al BCE a decantarse por tocar las tasas para no correr el peligro de que la moneda única frenase su ascenso y volviese a emprender su alarmante camino a la baja.

Si los banqueros de Francfort no hubiesen activado hoy de nuevo el freno de su política monetaria, la decepción provocada en los agentes de divisas hubiese cortado este primer atisbo de recuperación de la divisa europea, tras los más de 16 meses casi ininterrumpidos de depreciación desde su nacimiento en enero de 1999.

Una caída que había encendido ya las luces de alarma en la sede alemana del BCE por sus repercusiones inflacionarias –vía encarecimiento de las importaciones– y también y, no en menor medida, por el deterioro de la imagen de la nueva moneda ante la opinión pública.

En la rueda de prensa que iba a ofrecer esta tarde, el presidente del banco, Wim Duisenberg, tendría por primera vez desde hace meses la satisfacción de justificar el alza de las tasas en los riesgos de inflación que denotan sus indicadores, sin tener que lamentarse por la depreciación de la moneda europea, como en tantas otras ocasiones.

(EFE).- El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) decidió hoy (jueves 8) aumentar medio punto las tasas de interés en la eurozona hasta situarlas en 4,25%, sorprendiendo en parte a la mayoría de los analistas, que estimaban el alza en un cuarto de punto.

El máximo órgano rector de la entidad decidió, además, cambiar a una tasa de interés variable, con un mínimo de puja de 4,25%, el sistema de adjudicación de sus operaciones principales de refinanciación.

Hasta ahora las subastas de inyección de liquidez en el eurosistema del BCE se realizaban con una tasa de interés fija, en el caso semanal, y una tasa variable en el mensual.

El BCE también modificó en 0,50 puntos básicos los tipos de interés de la facilidad marginal de crédito (por la que presta dinero a las entidades), y de la facilidad de depósito (por la que remunera el dinero), situándolos en 5,25% y 3,25%, respectivamente.

La mayoría de los analistas ya había previsto que el máximo órgano del BCE subiría hoy el precio del dinero en el área para combatir posibles riesgos de inflación y apoyar la reciente recuperación del euro, aunque el grueso de los pronósticos situaba el aumento en un cuarto de punto.

La decisión del banco elevó considerablemente la cotización de la moneda única, que a las 12.35 GMT se cambiaba en Francfort a US$ 0,9672, frente a los US$ 0,9588 de esta mañana.

El alza de las tasas en medio punto no parece haber sorprendido sin embargo a los mercados, que ya habían descontado un alza de un cuarto de punto y prácticamente anticipado una mayor.

Aunque el crecimiento de los precios se aplacó en abril con una tasa de 1,9%, los riesgos de inflación en el área siguen latentes debido al efecto retardado que puede tener todavía la fuerte depreciación del euro en los primeros meses del año, unida al elevado costo del petróleo.

Además, la persistencia del fuerte ritmo de crecimiento del dinero en circulación en el área, dos puntos por encima del valor de referencia en abril, confirmó que la liquidez en el eurosistema sigue siendo “generosa”, según reconocieron los propios directivos del banco en los últimos días.

Algunos expertos no descartan que en mayo el Indice de Precios al Consumo Armonizado (IPCA) vuelva a alcanzar, o incluso a superar, la barrera de 2%, tal como hizo en febrero y marzo.

La de hoy es la quinta alza de las tasas de interés en la eurozona desde el pasado noviembre y la cuarta en lo que va de año, tras la adoptada el 27 de abril.

Medios financieros coincidían en que la fuerte recuperación del euro en las últimas tres semanas obligaba además al BCE a decantarse por tocar las tasas para no correr el peligro de que la moneda única frenase su ascenso y volviese a emprender su alarmante camino a la baja.

Si los banqueros de Francfort no hubiesen activado hoy de nuevo el freno de su política monetaria, la decepción provocada en los agentes de divisas hubiese cortado este primer atisbo de recuperación de la divisa europea, tras los más de 16 meses casi ininterrumpidos de depreciación desde su nacimiento en enero de 1999.

Una caída que había encendido ya las luces de alarma en la sede alemana del BCE por sus repercusiones inflacionarias –vía encarecimiento de las importaciones– y también y, no en menor medida, por el deterioro de la imagen de la nueva moneda ante la opinión pública.

En la rueda de prensa que iba a ofrecer esta tarde, el presidente del banco, Wim Duisenberg, tendría por primera vez desde hace meses la satisfacción de justificar el alza de las tasas en los riesgos de inflación que denotan sus indicadores, sin tener que lamentarse por la depreciación de la moneda europea, como en tantas otras ocasiones.

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