Euro fuerte aumenta exportaciones japonesas

Por ese motivo, tanto el Gobierno como el Banco de Japón han defendido un yen barato ante el dólar y cualquier otra moneda para hacer más competitivos los productos tradicionales japoneses como los automóviles y la electrónica en los mercados exteriores.

23 mayo, 2003

En el año fiscal 2002, el excedente comercial japonés se apuntó la primera subida en cuatro años, con un alza del 36,6 por ciento hasta los 9,6 billones de yenes (unos 82.000 millones de dólares), de los que 7.376 millones fueron con EEUU, gracias en parte al nivel bajo de su moneda y las fuertes ventas en el exterior de sus productos.

La depreciación del euro hizo crecer el superávit comercial nipón con la Unión Europea un 10,7 por ciento hasta 2.371 millones de dólares, al aumentar las exportaciones japonesas a ese bloque un 5,6 por ciento, su mayor despegue de los últimos cuatro años.

Aunque los economistas hayan resaltado la introducción del euro y en Japón la moneda comunitaria no para de subir, su efecto en la economía nipona es aún limitado, ya que comercialmente EEUU sigue siendo el principal destino de sus productos y se pagan en dólares.
“La relación euro-yen no es marginal, pero sí de segunda categoría todavía. El dólar-yen es vital para Japón”, comentó a EFE un economista europeo, quien recordó además que el grueso de las reservas de divisas japonesas, de 499.440 millones de dólares y las mayores del mundo, están en billetes estadounidenses.
“Ante el crecimiento cero que Japón marcó entre enero y marzo de este año y para no oscurecer más el panorama económico, lo último que quiere ahora el Gobierno es un yen fuerte”, indicó.

Las intervenciones de la autoridad monetaria en los mercados de divisas para frenar el empuje alcista del yen han sido constantes.

Según datos recientes, el Gobierno gastó 2,3 billones de yenes (unos 20.000 millones de dólares) para comprar dólares en 24 intervenciones de los mercados entre enero y marzo para detener el encarecimiento que mostraba en esos meses la moneda nipona.

La carestía del euro ha frenado los viajes de los adinerados turistas japoneses al Viejo Continente, y este año se notará aún más por el temor a sufrir atentados tras la guerra de Irak y los miedos a la neumonía atípica desatada en Asia.
Pero ese efecto puede favorecer sin embargo a los planes del primer ministro Koizumi, quien se ha propuesto para el año 2010 doblar a 10 millones el número de turistas que viajen a Japón.

En contraste, los economistas han visto muy positivo el fortalecimiento del euro para los movimientos de capital, en especial para las inversiones de cartera, ante los altos réditos que el mercado europeo ofrece con una moneda más robusta.

Fuente: EFE

En el año fiscal 2002, el excedente comercial japonés se apuntó la primera subida en cuatro años, con un alza del 36,6 por ciento hasta los 9,6 billones de yenes (unos 82.000 millones de dólares), de los que 7.376 millones fueron con EEUU, gracias en parte al nivel bajo de su moneda y las fuertes ventas en el exterior de sus productos.

La depreciación del euro hizo crecer el superávit comercial nipón con la Unión Europea un 10,7 por ciento hasta 2.371 millones de dólares, al aumentar las exportaciones japonesas a ese bloque un 5,6 por ciento, su mayor despegue de los últimos cuatro años.

Aunque los economistas hayan resaltado la introducción del euro y en Japón la moneda comunitaria no para de subir, su efecto en la economía nipona es aún limitado, ya que comercialmente EEUU sigue siendo el principal destino de sus productos y se pagan en dólares.
“La relación euro-yen no es marginal, pero sí de segunda categoría todavía. El dólar-yen es vital para Japón”, comentó a EFE un economista europeo, quien recordó además que el grueso de las reservas de divisas japonesas, de 499.440 millones de dólares y las mayores del mundo, están en billetes estadounidenses.
“Ante el crecimiento cero que Japón marcó entre enero y marzo de este año y para no oscurecer más el panorama económico, lo último que quiere ahora el Gobierno es un yen fuerte”, indicó.

Las intervenciones de la autoridad monetaria en los mercados de divisas para frenar el empuje alcista del yen han sido constantes.

Según datos recientes, el Gobierno gastó 2,3 billones de yenes (unos 20.000 millones de dólares) para comprar dólares en 24 intervenciones de los mercados entre enero y marzo para detener el encarecimiento que mostraba en esos meses la moneda nipona.

La carestía del euro ha frenado los viajes de los adinerados turistas japoneses al Viejo Continente, y este año se notará aún más por el temor a sufrir atentados tras la guerra de Irak y los miedos a la neumonía atípica desatada en Asia.
Pero ese efecto puede favorecer sin embargo a los planes del primer ministro Koizumi, quien se ha propuesto para el año 2010 doblar a 10 millones el número de turistas que viajen a Japón.

En contraste, los economistas han visto muy positivo el fortalecimiento del euro para los movimientos de capital, en especial para las inversiones de cartera, ante los altos réditos que el mercado europeo ofrece con una moneda más robusta.

Fuente: EFE

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