Estudian un impuesto a los graduados
Esperan recaudar hasta $ 200 millones que destinarán a un sistema de becas en las universidades.
El Gobierno analiza la creación de un fondo de becas para estudiantes universitarios de pocos recursos que sería financiado con el aporte obligatorio de graduados de las universidades nacionales.
El proyecto podría acompañar a otras medidas de redistribución de recursos y de control y transparencia del gasto universitario, que serán anunciadas por el ministro de Educación, Hugo Juri, en los próximos días.
Fuentes cercanas al Gobierno señalan que el Presidente pensaba anunciar, el viernes último, un arancelamiento universitario pero que Juri lo persuadió de no hacerlo y ofreció ,a cambio, el proyecto del fondo financiado por los graduados.
El plan estima el aporte de unos 550.000 graduados que aportarían entre $ 150 y $ 200 millones de pesos por año –a razón de unos $ 300 pesos cada uno– y, con ese aporte, se prevé que podrían entregarse unas 50.000 becas.
El secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi, en cuya área fue elaborado el proyecto, precisó al diario La Nación que “el aporte sería de egresados con cierto nivel salarial que puedan hacer una pequeña contribución para crear este fondo de becas”.
El titular de Educación Superior enmarcó el proyecto en el programa de “solidaridad” que lanzó el ministerio durante la administración de Juan Llach y que contempla, por ejemplo, que estudiantes con conocimientos en informática enseñen computación a adultos sin formación en ese campo.
El proyecto establece que los estudiantes becados deberán devolver el dinero luego de graduarse; también, que las universidades privadas sólo podrán participar del programa si eximen a sus estudiantes del arancelamiento.
Gottifredi afirmó que existen sistemas similares en Australia y en Suecia, donde “los egresados, cuando empiezan a pagar el impuesto a las ganancias, aportan un poco más para las universidades”.
El Gobierno analiza la creación de un fondo de becas para estudiantes universitarios de pocos recursos que sería financiado con el aporte obligatorio de graduados de las universidades nacionales.
El proyecto podría acompañar a otras medidas de redistribución de recursos y de control y transparencia del gasto universitario, que serán anunciadas por el ministro de Educación, Hugo Juri, en los próximos días.
Fuentes cercanas al Gobierno señalan que el Presidente pensaba anunciar, el viernes último, un arancelamiento universitario pero que Juri lo persuadió de no hacerlo y ofreció ,a cambio, el proyecto del fondo financiado por los graduados.
El plan estima el aporte de unos 550.000 graduados que aportarían entre $ 150 y $ 200 millones de pesos por año –a razón de unos $ 300 pesos cada uno– y, con ese aporte, se prevé que podrían entregarse unas 50.000 becas.
El secretario de Educación Superior, Juan Carlos Gottifredi, en cuya área fue elaborado el proyecto, precisó al diario La Nación que “el aporte sería de egresados con cierto nivel salarial que puedan hacer una pequeña contribución para crear este fondo de becas”.
El titular de Educación Superior enmarcó el proyecto en el programa de “solidaridad” que lanzó el ministerio durante la administración de Juan Llach y que contempla, por ejemplo, que estudiantes con conocimientos en informática enseñen computación a adultos sin formación en ese campo.
El proyecto establece que los estudiantes becados deberán devolver el dinero luego de graduarse; también, que las universidades privadas sólo podrán participar del programa si eximen a sus estudiantes del arancelamiento.
Gottifredi afirmó que existen sistemas similares en Australia y en Suecia, donde “los egresados, cuando empiezan a pagar el impuesto a las ganancias, aportan un poco más para las universidades”.
