Estados Unidos sufre tres nuevas bajas en Irak

Tres soldados norteamericanos perdieron la vida hoy en las cercanías de Mosul (norte de Irak), en el tercer ataque mortal contra las tropas de EEUU tras la muerte, el martes, de Uday y Qusay Husein en la misma zona.

24 julio, 2003

El ataque, que eleva a cinco las bajas en las tropas estadounidenses en las últimas 24 horas, fue perpetrado contra un convoy de soldados de la 101 División Aerotransportada.

Esta división, estacionada en Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, fue la que realizó la operación que acabó con la muerte de los dos hijos varones del depuesto presidente iraquí Sadam Husein en una mansión de esa ciudad.

Según el Mando Central de EEUU en Irak, el nuevo ataque, en el que se utilizaron armas ligeras y lanzagranadas, fue perpetrado contra un convoy militar que se dirigía a la localidad de Qayarrah, procedente de Mosul.

Con estas tres muertes son ya 44 los militares de EEUU que han perdido la vida en acciones de la resistencia armada desde que el presidente estadounidense, George W. Bush, anunciara el fin de la guerra en Irak, el pasado uno de mayo.

Dos soldados estadounidenses murieron y otros nueve resultaron heridos en dos ataques registrados ayer cerca de las ciudades de Mosul y Ramadi, esta última a unos 100 kilómetros al oeste de la capital.

El jefe de las tropas de tierra de EEUU en Irak, el general Ricardo Sánchez, había expresado su confianza en que la desaparición de Uday y Qusay reduciría considerablemente las actividades de la resistencia armada y estrecharía el cerco sobre el derrocado presidente de Irak.

No obstante, los comentaristas consideran una “grave señal” la persistencia de los ataques anti-estadounidenses a Mosul, después de en los últimos meses se habían concentrado en el denominado “arco de resistencia”, formado junto a Bagdad y limitado al norte por la ciudad de Tikrit y al oeste por la de Ramadi.

En Mosul no se había producido hasta esta misma semana ningún ataque de importancia contra las tropas de la coalición ocupante, pese a que la ciudad -habitada por una mezcla de árabes suníes, kurdos, cristianos y turcomanos- estaba considerada como una de las fieles a Sadam Husein.

La cadena de televisión árabe “Al Arabia” ha difundido declaraciones desde Mosul de varios iraquíes enmascarados en las que juran vengar la muerte de Uday y Qusay, quienes tenían a su cargo una importante parte del aparato de seguridad del régimen de Sadam.

Pese a todo, son muchos los iraquíes que creen que ni Sadam ni sus hijos tienen relación alguna con la resistencia, y vaticinan que ésta continuará también después de la muerte de los dos hijos del ex dictador.

A pesar de las manifestaciones de alegría registradas en Bagdad tras escucharse la noticia de la desaparición de Uday y Qusay, muchos ciudadanos iraquíes no ocultan su indignación por su muerte, ya que habrían preferido que fueran detenidos y juzgados.

De todos modos, las tropas de EEUU han reforzado las medidas de seguridad y multiplicado los controles en las principales ciudades iraquíes para evitar posibles ataques de la resistencia en represalia por la muerte de Uday y Qusay Husein.

Según el relato de varios testigos, los soldados norteamericanos dispararon hoy contra un vehículo civil iraquí y mataron a sus dos ocupantes después de que el conductor del coche no parase ante un puesto de control en el centro de la capital.

Fuente: EFE

El ataque, que eleva a cinco las bajas en las tropas estadounidenses en las últimas 24 horas, fue perpetrado contra un convoy de soldados de la 101 División Aerotransportada.

Esta división, estacionada en Mosul, a unos 400 kilómetros al norte de Bagdad, fue la que realizó la operación que acabó con la muerte de los dos hijos varones del depuesto presidente iraquí Sadam Husein en una mansión de esa ciudad.

Según el Mando Central de EEUU en Irak, el nuevo ataque, en el que se utilizaron armas ligeras y lanzagranadas, fue perpetrado contra un convoy militar que se dirigía a la localidad de Qayarrah, procedente de Mosul.

Con estas tres muertes son ya 44 los militares de EEUU que han perdido la vida en acciones de la resistencia armada desde que el presidente estadounidense, George W. Bush, anunciara el fin de la guerra en Irak, el pasado uno de mayo.

Dos soldados estadounidenses murieron y otros nueve resultaron heridos en dos ataques registrados ayer cerca de las ciudades de Mosul y Ramadi, esta última a unos 100 kilómetros al oeste de la capital.

El jefe de las tropas de tierra de EEUU en Irak, el general Ricardo Sánchez, había expresado su confianza en que la desaparición de Uday y Qusay reduciría considerablemente las actividades de la resistencia armada y estrecharía el cerco sobre el derrocado presidente de Irak.

No obstante, los comentaristas consideran una “grave señal” la persistencia de los ataques anti-estadounidenses a Mosul, después de en los últimos meses se habían concentrado en el denominado “arco de resistencia”, formado junto a Bagdad y limitado al norte por la ciudad de Tikrit y al oeste por la de Ramadi.

En Mosul no se había producido hasta esta misma semana ningún ataque de importancia contra las tropas de la coalición ocupante, pese a que la ciudad -habitada por una mezcla de árabes suníes, kurdos, cristianos y turcomanos- estaba considerada como una de las fieles a Sadam Husein.

La cadena de televisión árabe “Al Arabia” ha difundido declaraciones desde Mosul de varios iraquíes enmascarados en las que juran vengar la muerte de Uday y Qusay, quienes tenían a su cargo una importante parte del aparato de seguridad del régimen de Sadam.

Pese a todo, son muchos los iraquíes que creen que ni Sadam ni sus hijos tienen relación alguna con la resistencia, y vaticinan que ésta continuará también después de la muerte de los dos hijos del ex dictador.

A pesar de las manifestaciones de alegría registradas en Bagdad tras escucharse la noticia de la desaparición de Uday y Qusay, muchos ciudadanos iraquíes no ocultan su indignación por su muerte, ya que habrían preferido que fueran detenidos y juzgados.

De todos modos, las tropas de EEUU han reforzado las medidas de seguridad y multiplicado los controles en las principales ciudades iraquíes para evitar posibles ataques de la resistencia en represalia por la muerte de Uday y Qusay Husein.

Según el relato de varios testigos, los soldados norteamericanos dispararon hoy contra un vehículo civil iraquí y mataron a sus dos ocupantes después de que el conductor del coche no parase ante un puesto de control en el centro de la capital.

Fuente: EFE

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