Luego de una semana marcada por la violencia y la destrucción en Timor Oriental, el presidente de Indonesia, B. J. Habibie, cedió ayer ante una presión mundial en aumento y anunció que aceptará el ingreso de una fuerza de paz de unos 7.000 cascos azules de las Naciones Unidas (ONU). El objetivo de la entrada de esas tropas será el de poner fin al genocidio de la población de Timor Oriental, compuesta por unas 800.000 personas, católicos en un 90 por ciento. La comunidad internacional, y en especial el gobierno de los Estados Unidos -el que mayor presión ejerció-, recibieron el vuelco de Habibie en su postura con beneplácito, pero también con cierta cautela. Luego de mantener una reunión de urgencia con su gabinete de ministros, el jefe de Estado indonesio expresó en un discurso para la televisión su voluntad de poner fin a la crisis desatada en la ex colonia portuguesa. El 30 de agosto pasado, los habitantes de Timor decidieron independizarse de Indonesia a través de un referéndum organizado por la ONU.
(La Nación, Clarín)
Luego de una semana marcada por la violencia y la destrucción en Timor Oriental, el presidente de Indonesia, B. J. Habibie, cedió ayer ante una presión mundial en aumento y anunció que aceptará el ingreso de una fuerza de paz de unos 7.000 cascos azules de las Naciones Unidas (ONU). El objetivo de la entrada de esas tropas será el de poner fin al genocidio de la población de Timor Oriental, compuesta por unas 800.000 personas, católicos en un 90 por ciento. La comunidad internacional, y en especial el gobierno de los Estados Unidos -el que mayor presión ejerció-, recibieron el vuelco de Habibie en su postura con beneplácito, pero también con cierta cautela. Luego de mantener una reunión de urgencia con su gabinete de ministros, el jefe de Estado indonesio expresó en un discurso para la televisión su voluntad de poner fin a la crisis desatada en la ex colonia portuguesa. El 30 de agosto pasado, los habitantes de Timor decidieron independizarse de Indonesia a través de un referéndum organizado por la ONU.
(La Nación, Clarín)