<p>El grupo litigante lo encabeza Joachim Starbaty (universidad de Tubinga), notorio euroescéptico, y pretende declarar nulos el rescate griego, en primera instancia, más los de Portugal e Irlanda. La demanda busca establecer si la ayuda financiera a ese trío viola la constitución federal germana.<br />
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Dietrich Murswiek (Friburgo), Peter Gauweiler (Heidelberg) y Wilhelm Nölling (Maguncia) secundan la moción, aunque con variantes. Una de ellas involucra también los propios tratados europeos, que no obligan a hacerse cargo de deudas soberanas. En este plano, varios parlamentarios oficialistas sostienen lo mismo, para azoro de una Angela Merkel que no se repone aún de la derrota en Meklemburgo-Antepomerania.<br />
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Starbarty y Nölling fueron miembros del directorio del Bundesbank (banco federal) y asesoraban al Banco Central Europeo. Las calidades del grupo explican el tenso compás de espera, pues la corte suprema debe emitir veredicto entre hoy y mañana. Una decisión favorable a los litigantes pondrá en difícil posición al poder ejecutivo y, naturalmente, desvela a la Comisión Europea (Bruselas), al BCE y al Fondo Monetario Internacional.<br />
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En realidad, lo que buscan estos académicos es “una reestructuración radical de la Eurozona para reducirla a siete miembros, Alemania, Gran Bretaña, Luxemburgo, Francia, Holanda, Dinamarca y Finlandia”. Así presume otro ex Bundesbank, Axel Weber. Los otros diez pasarían a la Unión Europea, que de veintisiete se iría a treinta y siete.<br />
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Obviamente, semejantes iniciativas no contribuirán a paliar la “eurodepresión”. Más bien, pueden agravarla. Aun sin un dictamen negativo de la corte alemana, crece la sensación de abatimiento ante la impotencia y la descoordinación que frenan el rescate heleno y otros. Hay un síntoma claro: el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet es un “pato rengo”, pues ha renunciado y su reemplazante, Mario Draghi, recién asumirá en noviembre.<br />
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Por de pronto, Berlín reiteró ayer que no concederá a Atenas más fondos y el ministro de hacienda, Wolfgang Schäuble, exigió a los griegos “una austeridad al cuadrado”. Son palabras del portugués José Manuel Durão Barroso, presidente de la CE. Existe, empero, otra salida: un “eurogobierno económico”, como dice el luxemburgués Jean-Claude Juncker (Eurogrupo).</p>
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Entre Eurodepresión y un tipo de Eurogobierno
John Maynard Keynes, Milton Friedman o John Kenneth Galbraith nunca lo hubiesen soñado: cunde la psicosis depresiva en la Eurozona. Máxime con la corte constitucional alemana en vísperas de fallar sobre Grecia a pedido de profesores liberales.