Energía: se promueve el compre extranjero
El déficit total de la balanza energética del año pasado rondará los US$ 4.000 millones (se incluye la electricidad). Para el corriente año es posible que ese déficit se duplique, transformándose en una amenaza para el equilibrio de las cuentas externas.
2 marzo, 2012
<p>El crecimiento exponencial de los subsidios energéticos a partir del año 2005 es una de las principales causas que explican la licuación del superávit presupuestario y la desmesura en el aumento del gasto público con el consiguiente impacto inflacionario, según sostiene el economista Daniel Gustavo Montamat, ex secretario de Energía, en la edición de febrero de Mercado. <br />
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La reducción de subsidios planteada por el Gobierno puede contribuir a mejorar el balance de las cuentas públicas del presente ejercicio, pero como los precios de la cadena energética siguen sin variación, es esperable que la oferta nacional siga declinando y que haya que suplir la brecha con mayores importaciones. <br />
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La reducción de subsidios implica un alza de las facturas de gas y electricidad para los usuarios de esos servicios y es razonable que las nuevas tarifas tengan algún impacto sobre los consumos residenciales (efecto elasticidad precio del consumo energético). También es esperable que una economía cuyo crecimiento tiende a desacelerarse sea menos demandante de energía. Sin embargo, previendo una declinación productiva del gas natural doméstico de unos 5 millones de metros cúbicos día y un aumento moderado del consumo de entre 4/5 millones de metros cúbicos día, va a ser necesario aumentar la importación de gas de Bolivia (para el año próximo está previsto que el abastecimiento alcance los 13 millones de m3/día) y aumentar la importación de gas natural licuado. <br />
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El Gobierno ya lanzó y abrió una licitación por 80 barcos metaneros (33% más de las cargas contratadas en 2011). El rubro de importaciones de productos derivados también seguirá creciendo, aunque a menor ritmo que en los dos últimos años, debido a las perspectivas de ralentización económica. <br />
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Todavía habrá un saldo favorable en el balance de petróleo debido a la exportación de crudos pesados y a la falta de un régimen de importación de crudos livianos para optimizar la capacidad de refinación local. Si el déficit de la balanza comercial energética trepa a US$ 8000 millones, el desequilibrio energético será una espada de Damocles para la balanza de pagos. <br />
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Como lo advertimos desde hace años, la inconsistencia de la microeconomía energética podía llevarse puestos los superávit gemelos que dieron consistencia a la macroeconomía de la post-convertibilidad. <br />
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<p>Los vasos comunicantes de la energía y la economía han retroalimentado un circuito explosivo: <br />
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1) la declinación productiva local se traduce en crecientes importaciones de energía que demandan divisas y reducen el saldo de la balanza comercial; <br />
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2) los productos importados (gas natural y derivados petroleros) tienen precios internacionales mucho más caros que los precios que permite absorber la canasta de precios y tarifas internas. La diferencia se ha cubierto con subsidios presupuestarios crecientes que han deteriorado las cuentas públicas; <br />
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3) el costo fiscal de esos subsidios que antes se financiaba con recursos impositivos, ahora requiere financiamiento con emisión inflacionaria de dinero; <br />
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4) el aumento de la inflación abarata el dólar, que a su vez se usa como ancla para evitar subas mayores del nivel general de precios; <br />
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5) el dólar barato penaliza la producción local y promueve las importaciones. A su vez, alienta la especulación y promueve la fuga de capitales añadiendo dudas sobre la solvencia de la balanza de pagos; <br />
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6) la política de reducción de subsidios puede contribuir a equilibrar las cuentas públicas y a reducir la inflación para frenar la apreciación cambiaria, pero no implica recomposición de precios y tarifas para la industria energética; <br />
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7) las importaciones de energía siguen creciendo, minando el equilibrio de las cuentas externas y retroalimentando el circuito; <br />
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8) mayores importaciones implican nuevos subsidios o nuevos reajustes tarifarios que no mueven las señales de precios de la producción nacional.<br />
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Es un sector donde los anuncios de “sintonía fina” no cierran. Se requieren replanteos estructurales que se traduzcan en la implementación de una política de estado. </p>