“Si los votantes piensan en función de la gestión de la
Capital, mi impresión es que Macri corre con ventaja. Pero si
piensan en la política nacional, esto lo puede favorecer a
Ibarra”, estimó Rosendo Fraga, del Centro de Estudios Unión para
la Nueva Mayoría.
A su vez, Ricardo Rouvier afirmó
que con el triunfo de Macri en la primera vuelta se da un nuevo
escenario y que “ahora hay que volver a medir” ya que puede haber
una “redefinición” del voto.
En esa misma línea, los consultores Julio Aurelio y Artemio
López sostuvieron que a partir de ahora comienza “una nueva etapa”
electoral, y dijeron que no deben tomarse muy en cuenta los
sondeos que se hicieron respecto de un eventual ballottage antes
de que se llevara a cabo la primera vuelta.
Algo similar opinó Manuel Mora y Araujo, quien consideró que
“no hay un perdedor de antemano” ya que “el votante de hoy es muy
independiente”.
Más definida fue la opinión de Roberto Bacman, quien consideró
que “Ibarra sale mejor posicionado para la segunda vuelta porque
su imagen negativa es menor que la de Macri para el ballottage”.
Bacman vaticinó que “ningún votante de Luis Zamora va a ir a
Macri, y en el electorado de Patricia Bullrich las opiniones están
divididas”.
Para Jorge Giacobbe, en tanto, “el ballottage depende un poco
de la actitud del presidente (Néstor Kirchner), que va a jugar
mucho mas fuerte, y depende también del voto en blanco”.
“Si el ballottage se hiciera hoy creo que hay ventaja para
Ibarra”, estimó Giaccobe, aunque evitó pronunciarse sobre cuál
será el resultado final.
Por su aprte, Analía Del Franco, directora de Analogías
Research International, consideró que el escenario es de paridad:
“hasta hace poco, un 50 por ciento de sus votantes lo hacían por
Ibarra en segunda vuelta, y otro 50 por ciento iba con Macri”.
“El poder de decisión que tiene la mayoría de los candidatos
por sus votos es muy poco. Ya nadie tiene influencia sobre sus
votantes para inclinarlos a algún candidato”, advirtió.
Enrique Zuleta Puceiro, por su parte, dijo que en su momento le
dio “casi 10 puntos de ventaja a Ibarra en segunda vuelta pero
sobre un empate técnico en la primera, pero teniendo en cuenta
esta diferencia de Macri habrá que ver que ocurre en la segunda
vuelta”.
“Las mediciones que se hicieron antes de instalar en la agenda
pública los resultados de la primera vuelta me parece que hay que
ponerlas en suspenso”, remarcó a su vez Artemio López en
declaraciones radiales, ya que a su juicio “comienza una nueva
etapa electoral, y hay que ponerla en cero”.
Aurelio coincidió con esa apreciación, al indicar que “se va a
iniciar un proceso de tres semanas”, ya que esta “es una nueva
elección, y hay un nuevo contexto que enmarca las definiciones de
la ciudadanía”.
Hasta la semana pasada, había varias encuestas -cuyos
resultados habían sido dados a conocer entre el lunes último y
ayer- que señalaban que los votantes se inclinarían en la segunda
vuelta por Ibarra en alrededor de un 49 por ciento de los casos, y
por Macri en torno al 37 por ciento.
“Las predisposiciones previas hay que revisarlas, es una
situación que va a responder a las tesituras particulares del
electorado, y habrá que esperar a ver cómo evoluciona esto”, dijo
Aurelio esta mañana, un día después de la primera vuelta y con el
triunfo de Macri por poco más de 3 puntos sobre Ibarra ya
consumado.
Sobre la elección de la víspera, Aurelio indicó: “hemos podido
determinar, en las encuestas previas, que los sectores más jóvenes
de entre 18 y 30 años tuvieron una orientación hacia Macri, y a
medida que aumentaba la edad media del votante aumentaba su
disposición hacia Ibarra”.
Asimismo, agregó que Macri tuvo predominio en el electorado
masculino, mientras que Ibarra se impuso entre las mujeres.
En tanto, López sostuvo que hubo un “error conceptual” de
Ibarra, que fue “trabajar emulando, de alguna manera, a los
candidatos tradicionales de centro derecha”.
López dijo que “Macri ganó los barrios del norte y del sur,
unificando las dos dos sectores polares de la pirámide social
porteña”, que Ibarra no pudo contrarrestar en los sectores
sociales de centro, donde se impuso por “una diferencia no tan
importante”.
“Si los votantes piensan en función de la gestión de la
Capital, mi impresión es que Macri corre con ventaja. Pero si
piensan en la política nacional, esto lo puede favorecer a
Ibarra”, estimó Rosendo Fraga, del Centro de Estudios Unión para
la Nueva Mayoría.
A su vez, Ricardo Rouvier afirmó
que con el triunfo de Macri en la primera vuelta se da un nuevo
escenario y que “ahora hay que volver a medir” ya que puede haber
una “redefinición” del voto.
En esa misma línea, los consultores Julio Aurelio y Artemio
López sostuvieron que a partir de ahora comienza “una nueva etapa”
electoral, y dijeron que no deben tomarse muy en cuenta los
sondeos que se hicieron respecto de un eventual ballottage antes
de que se llevara a cabo la primera vuelta.
Algo similar opinó Manuel Mora y Araujo, quien consideró que
“no hay un perdedor de antemano” ya que “el votante de hoy es muy
independiente”.
Más definida fue la opinión de Roberto Bacman, quien consideró
que “Ibarra sale mejor posicionado para la segunda vuelta porque
su imagen negativa es menor que la de Macri para el ballottage”.
Bacman vaticinó que “ningún votante de Luis Zamora va a ir a
Macri, y en el electorado de Patricia Bullrich las opiniones están
divididas”.
Para Jorge Giacobbe, en tanto, “el ballottage depende un poco
de la actitud del presidente (Néstor Kirchner), que va a jugar
mucho mas fuerte, y depende también del voto en blanco”.
“Si el ballottage se hiciera hoy creo que hay ventaja para
Ibarra”, estimó Giaccobe, aunque evitó pronunciarse sobre cuál
será el resultado final.
Por su aprte, Analía Del Franco, directora de Analogías
Research International, consideró que el escenario es de paridad:
“hasta hace poco, un 50 por ciento de sus votantes lo hacían por
Ibarra en segunda vuelta, y otro 50 por ciento iba con Macri”.
“El poder de decisión que tiene la mayoría de los candidatos
por sus votos es muy poco. Ya nadie tiene influencia sobre sus
votantes para inclinarlos a algún candidato”, advirtió.
Enrique Zuleta Puceiro, por su parte, dijo que en su momento le
dio “casi 10 puntos de ventaja a Ibarra en segunda vuelta pero
sobre un empate técnico en la primera, pero teniendo en cuenta
esta diferencia de Macri habrá que ver que ocurre en la segunda
vuelta”.
“Las mediciones que se hicieron antes de instalar en la agenda
pública los resultados de la primera vuelta me parece que hay que
ponerlas en suspenso”, remarcó a su vez Artemio López en
declaraciones radiales, ya que a su juicio “comienza una nueva
etapa electoral, y hay que ponerla en cero”.
Aurelio coincidió con esa apreciación, al indicar que “se va a
iniciar un proceso de tres semanas”, ya que esta “es una nueva
elección, y hay un nuevo contexto que enmarca las definiciones de
la ciudadanía”.
Hasta la semana pasada, había varias encuestas -cuyos
resultados habían sido dados a conocer entre el lunes último y
ayer- que señalaban que los votantes se inclinarían en la segunda
vuelta por Ibarra en alrededor de un 49 por ciento de los casos, y
por Macri en torno al 37 por ciento.
“Las predisposiciones previas hay que revisarlas, es una
situación que va a responder a las tesituras particulares del
electorado, y habrá que esperar a ver cómo evoluciona esto”, dijo
Aurelio esta mañana, un día después de la primera vuelta y con el
triunfo de Macri por poco más de 3 puntos sobre Ibarra ya
consumado.
Sobre la elección de la víspera, Aurelio indicó: “hemos podido
determinar, en las encuestas previas, que los sectores más jóvenes
de entre 18 y 30 años tuvieron una orientación hacia Macri, y a
medida que aumentaba la edad media del votante aumentaba su
disposición hacia Ibarra”.
Asimismo, agregó que Macri tuvo predominio en el electorado
masculino, mientras que Ibarra se impuso entre las mujeres.
En tanto, López sostuvo que hubo un “error conceptual” de
Ibarra, que fue “trabajar emulando, de alguna manera, a los
candidatos tradicionales de centro derecha”.
López dijo que “Macri ganó los barrios del norte y del sur,
unificando las dos dos sectores polares de la pirámide social
porteña”, que Ibarra no pudo contrarrestar en los sectores
sociales de centro, donde se impuso por “una diferencia no tan
importante”.