Lo que implica un crecimiento de 54,8% en relación con igual mes del año pasado -cuando el rojo bilateral había sido US$ 24 millones. De esta manera, se alcanzó el déficit comercial bilateral mensual más grande de los últimos 56 meses (desde junio 2018); lo que, dada la delicada situación en materia de reservas del BCRA, enciende luces amarillas hacia adelante -y augura un mayor ajuste a las importaciones.
El mencionado déficit fue consecuencia de importaciones y exportaciones -desde y hacia Brasil- que alcanzaron los US$ 1.317 millones y US$ 944 millones, respectivamente, como lo explica el último informe de la consultora ABECEB.
Importaciones desde Brasil en febrero
Las importaciones crecieron un 27,5% i.a. más del doble que el +11,7% i.a. evidenciado en enero- y alcanzaron los US$ 1.317 millones en febrero. En su interior, todos los productos de mayor participación en las importaciones totales mostraron guarismos positivos (a excepción de “Mineral de hierro y concentrados” -quinto producto más importado desde Brasil en febrero-, cuya importación cayó 18,3% i.a.). A saber:
La importación de “Vehículos de pasajeros” y “Partes y accesorios para vehículos automotores” creció 67,8% i.a. y 45,7% i.a., respectivamente. Entre ambos bienes explicaron el 22,7% de las importaciones desde Brasil en febrero (incrementando en más de 4 p.p. su participación en el total -en relación con igual período de 2022-).
Al igual que en enero, la compra de “Tubos, perfiles huecos y accesorios de tubería, de hierro o de acero” anotó un notable crecimiento -pasó de US$ 1,8 millones en febrero de 2022 a US$ 47,6 millones mismo mes pasado año-; y representó el 3,6% de las importaciones totales desde Brasil. Por último, la importación de “Motores de pistón y sus partes” alcanzó los USD 36,6 M en febrero (+40,9% i.a.).
Exportaciones hacia Brasil
Las exportaciones crecieron un 19,2% i.a. en febrero y alcanzaron los US$ 944 millones. De esta manera, mostraron una importante aceleración en el ritmo de crecimiento (cabe recordar que en enero aumentaron un magro 3,4% i.a.; y en el último trimestre de 2022 cayeron un 11% i.a.).
Al igual que en el caso de las importaciones, todos los productos de mayor participación en las exportaciones totales mostraron guarismos positivos -a excepción “Trigo y centeno, sin moler”-. A saber:
En relación con el sector automotriz, la exportación de “Vehículos de pasajeros” y “Vehículos a motor para el transporte de mercancías y usos especiales” aumentó un 19,3% i.a. y 14,2% i.a., respectivamente. Ambos productos explicaron el 27,0% de los envíos totales hacia Brasil en febrero, en línea con enero y los valores de 2022 (cabe destacar que fueron los principales productos de exportación el año pasado, explicando poco más de un 1/3 de las exportaciones totales hacia el país vecino).
Por su parte, la exportación de “Aceites de petróleo o de mineral bituminoso, en bruto” y “Preparaciones de cereales, de harina o de fécula de frutas u hortalizas” mostró incrementos interanuales por encima del 200%, aunque en ambos casos se explicaría por la baja base de comparación. En detalle: en el primer caso se exportó USD 122,6 M (vs. USD 36,0 M en febrero de 2022), mientras que en el segundo USD 41,3 M (vs. 14,0 M en igual mes del año pasado).
Por último, el único de los productos de mayor participación en el total cuya exportación se contrajo en términos anuales fue “Trigo y centeno, sin moler” -al igual que enero-, al caer un notable 25,6% en relación con febrero de 2022. Dicha caída se explica por la menor producción nacional como consecuencia de las sequías y heladas que siguen acechando al agro en la Argentina.
Balance y proyecciones 2023
Durante el primer bimestre las importaciones desde Brasil alcanzaron los US$ 2.373 millones (+20,0% i.a.), mientras que las exportaciones totalizaron US$ 1.767 M (+11,2% i.a.). Así, el déficit comercial bilateral acumulado en los primeros dos meses del año llegó a US$ 606 millones (vs. un rojo de US$ 390 millones en el primer bimestre de 2022). De esta manera, hay que remontarse hasta el primer bimestre de 2018 para encontrar un rojo comercial mayor -en este entonces fue de USD 1.205 M-.
Hacia adelante esperamos una consolidación del déficit comercial bilateral, finalizando 2023 con un valor similar al del año pasado (aún sin retomar los valores de 2004-2018, cuando promedió los US$ 3.500 millones anuales.
Uno de los determinantes de la magnitud del rojo comercial bilateral será el nivel de reservas del BCRA. Esto es así ya que, dadas las crecientes presiones en el MULC y la negativa oficial a realizar un salto discreto del tipo de cambio oficial. La única herramienta que le queda al Gobierno para corregir el desequilibrio cambiario es endurecer las restricciones a las importaciones -en un delicado equilibrio entre cuidar reservas y no frenar aún más la actividad-.