<p>Tanto Estados Unidos como Turquía iniciaron un operativo durante el fin de semana para evacuar a los ciudadanos de esos países residentes o de paso en Egipto. Turquía ya envió tres aviones mientras la situación se deterioraba rápidamente con grandes manifestaciones en la calle y más de 100 muertos (y 1.200 heridos) por la represión policial.<br />
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Según los informes disponibles, las empresas filiales de multinacionales están también evacuando a sus directivos extranjeros.<br />
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Durante toda la noche del sábado, personas que viven en los barrios acomodados montaron guardia con toda clase de armas (de fuego, cuchillos, garrotes y hasta palos de golf) para evitar la acción de los saqueadores que han destruído comercios de todo tipo.<br />
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Desde el viernes a la noche, la policía se replegó dando margen de maniobra a los grupos más violentos. Pero lo cierto es que la protesta es masiva. A pesar de la ley marcial, en la noche del sábado al domingo, 50.000 manifestantes llenaron la plaza Tahrir, ignorando la amenaza militar de reprimir duramente.<br />
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El domingo, las manifestaciones que explícitamente piden la caída del régimen, volvieron a la carga con mayor intensidad.<br />
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Después de 30 años de gobierno, el presidente Hosni Mubarak parece haber perdido el rumbo. Después de cinco días de violencia inédita, obligó a renunciar a todo su gabinete, con intención de lograr un respiro.<br />
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En la misma dirección designó vicepresidente a Omar Suleiman, jefe de la inteligencia militar. Lo que revela tres cosas: a) debió ocupar el cargo que tenía deliberadamente vacante – desde 1981- esperando designar en él a su hijo Gamal; b) el nuevo funcionario proviene de las filas militares y demuestra el nuevo peso que tendrá el ejército en la resolución de la crisis; y c) aunque Mubarak llegue a cumplir su mandato (en noviembre próximo), es obvio que no tendrá las riendas del gobierno efectivo.<br />
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Por otra parte, como Primer Ministro designó a Ahmed Shafiq, ex comandante de la Fuera Aérea (arma a la que pertenecía Mubarak). <br />
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Aún si todas estas interpretaciones de los analistas fueran acertadas, falta si la nueva situación oficial no es otra vez modificada por la espontaneidad e intensidad de la protesta.<br />
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Lo cierto es que el destino de Mubarak parece sellado. Algunos creen que durará hasta noviembre, la mayoría piensa que será desalojado mucho antes. Los voceros de la protesta insisten en elecciones libres. Lo único cierto es que la opción de Gamal, el hijo de Mubarak, para alzarse con el poder y crear una dinastía, se ha desvanecido totalmente.<br />
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En Egipto, el destino de Mubarak está sellado
Después de 30 años de gobierno parece haber perdido el rumbo. Nombró vicepresidente a Omar Suleiman, jefe de la inteligencia militar (cargo vacante desde 1981). Es evidente la gravitación que tendrán los uniformados en la resolución de la crisis. Aunque el presidente llegue a cumplir su mandato (en noviembre próximo), no tendrá las riendas del gobierno efectivo.