Analizando el informe del departamento federal de Trabajo, se advierte que la industria aportó apenas 22.000 puestos. En cuanto al desempleo, cedió de 5,5 a 5,4% y, distante del 4,9% que el gobierno esperaba para esta altura del año.
Sea como fuere, todos los números son preliminares, pese a los ajustes sobre la marcha. Desde que empezó la campaña por la reelección de George W.Bush, la Casa Blanca pospone cifras definitivas hasta después de los comicios. Esto no obstó para que Crédit Suisse First Boston, Bear Stearns y otras firmas del mercado saliesen a batir palmas. “Se crece a menor ritmo, pero se crece al fin”, llegó a sostener la agencia noticiosa Bloomberg’s, cuyo dueño es un puntal republicano.
“Estas cifras demuestran que la economía se hace más fuerte y el desempleo es inferior al imperante en los 70 y 80”, proclamó Bush, euforizado no tanto por eso como por encuestas efectuadas en un pico de la euforia, es decir durante la convención del partido.
Naturalmente, John F.Kerry observó algo bastante obvio: “todavía falta recrear más de 900.000 puestos perdidos desde que el actual gobierno asumió. Por otro lado, ese desempleo superior que menciona Bush se dio bajo administraciones republicanas. En verdad, éste será el primer presidente desde Herbert Hoover en terminar un período dejando menos ocupación que al iniciarlo”.
“Aun con los recientes avances mensuales, la reconstrucción de empleo no alcanza los niveles prometidos por la Casa Blanca en 2001 y 2003”, subrayaba Jason Furman, vocero económico de Kerry. “Dos paquetes de rebajas impositivas a sectores de altos ingresos, grandes empresas y rentistas bursátiles no han mejorado mucho el panorama. Pero, eso sí, han agravado el déficit fiscal”.
Analizando el informe del departamento federal de Trabajo, se advierte que la industria aportó apenas 22.000 puestos. En cuanto al desempleo, cedió de 5,5 a 5,4% y, distante del 4,9% que el gobierno esperaba para esta altura del año.
Sea como fuere, todos los números son preliminares, pese a los ajustes sobre la marcha. Desde que empezó la campaña por la reelección de George W.Bush, la Casa Blanca pospone cifras definitivas hasta después de los comicios. Esto no obstó para que Crédit Suisse First Boston, Bear Stearns y otras firmas del mercado saliesen a batir palmas. “Se crece a menor ritmo, pero se crece al fin”, llegó a sostener la agencia noticiosa Bloomberg’s, cuyo dueño es un puntal republicano.
“Estas cifras demuestran que la economía se hace más fuerte y el desempleo es inferior al imperante en los 70 y 80”, proclamó Bush, euforizado no tanto por eso como por encuestas efectuadas en un pico de la euforia, es decir durante la convención del partido.
Naturalmente, John F.Kerry observó algo bastante obvio: “todavía falta recrear más de 900.000 puestos perdidos desde que el actual gobierno asumió. Por otro lado, ese desempleo superior que menciona Bush se dio bajo administraciones republicanas. En verdad, éste será el primer presidente desde Herbert Hoover en terminar un período dejando menos ocupación que al iniciarlo”.
“Aun con los recientes avances mensuales, la reconstrucción de empleo no alcanza los niveles prometidos por la Casa Blanca en 2001 y 2003”, subrayaba Jason Furman, vocero económico de Kerry. “Dos paquetes de rebajas impositivas a sectores de altos ingresos, grandes empresas y rentistas bursátiles no han mejorado mucho el panorama. Pero, eso sí, han agravado el déficit fiscal”.