Elecciones 2004: la gestión económica de Bush es un persistente lastre electoral

Pese a tres meses de crecimiento estadístico del empleo, la mayoría de los norteamericanos califica negativamente el manejo económico de George W. Bush. Aun así, Wall Street cree que eso puede cambiar antes de los comicios de noviembre.

16 junio, 2004

Las últimas encuestas muestran que 52 a 56% de votantes registrados censura la acción económica del gobierno. Por ejemplo, días atrás un sondeo del diario “Los Ángeles Times” indicó que 54% de los consultados desaprobaba ese aspecto de la gestión presidencial y sólo 42% lo aprobaba.

En una encuesta posterior sondeo de Gallup, el nivel positivo era de 41% por ciento. “La credibilidad general de Bush en relación con la economía es débil y un cambio de percepciones requiere tiempo”, señalaba Thomas DeLuca, experto en ciencias políticas de la universidad Fordham.

“La economía comenzó recientemente a mejorar y todavía resta una pérdida neta de puestos laborales durante la gestión Bush. No es imposible que las opiniones cambien para noviembre. Pero no espero que la economía sea punto fuerte en la campaña por la reelección”, agregó el analista.

El sector privado ha recreado alrededor de 1.400.000 empleos desde agosto. Pero se subsiste un déficit de 1.300.000 desde que Bush asumió la presidencia (enero de 2001). Varios expertos en la materia subrayan que hay un hiato en torno de seis meses antes de que un cambio económico comience a verse reflejado en los sondeos de opinión pública.

Si el repunte laboral a gran escala empezó en marzo, debiera aparecer en las encuestas de septiembre. Sería un momento perfecto para Bush respecto del 2 de noviembre. “La economía mejorará notablemente hacia el tercer trimestre y Bush se hará cargo del éxito” ¿Quién lo pronostica? Scott Reed, consultor político contratado por el Partido Republicano. “Espero –añade- que quede eliminado algo que pudo ser su talón de Aquiles”.

John Kerry, aspirante demócrata a la presidencia, cree que no será así. Por su parte, el encuestador profesional John Zogby apunta que las percepciones sobre la economía involucran factores más complejos que el simple aumento de indicadores laborales.

Por ejemplo, un tercio de los consultados en sus sondeos se cree en riesgo de perder el seguro médico en 2005 y 20% ciento aún teme quedarse sin trabajo. “La gente no cambia de opinión debido a dos o tres índices favorables. El público –explica Zogby- necesita sentir mejoras económicas en lo cotidiano, la familia, los vecinos y el área donde vive”.

Tampoco el clima social y político ayuda. Saber que, según investigaciones del Senado, Saddam Huséin se negó en 2001 a colaborar con al-Qa’eda en el ataque contra las Torre Gemelas no favorece la imagen de Bush como presidente que dice la verdad.

Las últimas encuestas muestran que 52 a 56% de votantes registrados censura la acción económica del gobierno. Por ejemplo, días atrás un sondeo del diario “Los Ángeles Times” indicó que 54% de los consultados desaprobaba ese aspecto de la gestión presidencial y sólo 42% lo aprobaba.

En una encuesta posterior sondeo de Gallup, el nivel positivo era de 41% por ciento. “La credibilidad general de Bush en relación con la economía es débil y un cambio de percepciones requiere tiempo”, señalaba Thomas DeLuca, experto en ciencias políticas de la universidad Fordham.

“La economía comenzó recientemente a mejorar y todavía resta una pérdida neta de puestos laborales durante la gestión Bush. No es imposible que las opiniones cambien para noviembre. Pero no espero que la economía sea punto fuerte en la campaña por la reelección”, agregó el analista.

El sector privado ha recreado alrededor de 1.400.000 empleos desde agosto. Pero se subsiste un déficit de 1.300.000 desde que Bush asumió la presidencia (enero de 2001). Varios expertos en la materia subrayan que hay un hiato en torno de seis meses antes de que un cambio económico comience a verse reflejado en los sondeos de opinión pública.

Si el repunte laboral a gran escala empezó en marzo, debiera aparecer en las encuestas de septiembre. Sería un momento perfecto para Bush respecto del 2 de noviembre. “La economía mejorará notablemente hacia el tercer trimestre y Bush se hará cargo del éxito” ¿Quién lo pronostica? Scott Reed, consultor político contratado por el Partido Republicano. “Espero –añade- que quede eliminado algo que pudo ser su talón de Aquiles”.

John Kerry, aspirante demócrata a la presidencia, cree que no será así. Por su parte, el encuestador profesional John Zogby apunta que las percepciones sobre la economía involucran factores más complejos que el simple aumento de indicadores laborales.

Por ejemplo, un tercio de los consultados en sus sondeos se cree en riesgo de perder el seguro médico en 2005 y 20% ciento aún teme quedarse sin trabajo. “La gente no cambia de opinión debido a dos o tres índices favorables. El público –explica Zogby- necesita sentir mejoras económicas en lo cotidiano, la familia, los vecinos y el área donde vive”.

Tampoco el clima social y político ayuda. Saber que, según investigaciones del Senado, Saddam Huséin se negó en 2001 a colaborar con al-Qa’eda en el ataque contra las Torre Gemelas no favorece la imagen de Bush como presidente que dice la verdad.

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