El salario real no mostrará mejoras

La inflación estancó el salario real acordado en paritarias este año por primera vez en la década y para 2014 no se esperan cambios.

11 octubre, 2013

La tasa de crecimiento de los salarios se mantuvo relativamente constante el último año, en línea con la evolución del salario del sector privado registrado.

 

Las elevadas tasas de inflación produjeron un estancamiento del salario real, situación que no se espera que cambie en el próximo año, analiza Dante Sica,director de abeceb.com.

 

Luego de perder el superávit fiscal como principal ancla nominal de la economía, en los últimos años el Gobierno mantuvo la tasa de devaluación del peso en niveles bajos apuntando a ser el reemplazo en esta función.

 

Sin embargo, ante las presiones producto de las inconsistencias macroeconómicas, las autoridades tuvieron que resignar el uso de este instrumento de política económica para este objetivo.

 

En lo que va de 2013, el ritmo de depreciación de la moneda doméstica se aceleró en forma constante, hasta alcanzar un 34,7% mensual anualizado en septiembre pasado.

Exceptuando lo sucedido a fines de 2008, cuando el estallido de la crisis norteamericana condujo a una depreciación acelerada de la mayoría de las monedas emergentes, esta tasa no se había registrado nunca en los últimos diez años.

Aunque hay que tener en cuenta que este ritmo habría mostrado cierta moderación en los últimos días, luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos decidiera posponer el inicio del retiro de su política de expansión monetaria (QE3), lo que ha motivado una revaluación de la mayoría de las monedas emergentes, y en particular del real.

 

Así, dado que el tipo de cambio ha perdido su rol de ancla nominal de la economía, el gobierno eligió a los salarios como instrumento para moderar el alza de precios, y se mostró activo para limitar las subas en las paritarias.

 

De hecho, se fijó un techo de 20% que, si bien no fue respetado a rajatabla, funcionó como parámetro para contener los incrementos de ingresos del sector formal en torno a la inflación.

 

En este contexto, las paritarias mostraron importantes demoras, lo que generó en el primer semestre un gap entre precios e ingresos, conviviendo salarios de 2012 con precios de 2013.

 

Esto produjo una pérdida del poder adquisitivo de los salarios en los primeros meses del año, que tuvo su reflejo en una desaceleración del consumo.

 

Pero además, y por primera vez desde 2003, en los últimos meses la tasa de devaluación le ganó a la suba de ingresos, motivando un abaratamiento del costo salarial en dólares (efecto que resulta mucho más significativo si se considera la depreciación del peso en el mercado informal, que en promedio supera un 50% interanual en lo que va del año).

Esto es significativo, porque ha significado cierto alivio para las empresas exportadoras en materia de costos laborales, en un contexto en que la apreciación cambiaria ha afectado crecientemente la competitividad de las exportaciones.

Si bien los ingresos han acelerado su tasa de expansión en los pasados meses, a medida que se fue materializando el cierre de las negociaciones salariales, esto no sería suficiente para revertir la situación de la primera parte de 2013.

 

Así, de acuerdo con nuestras estimaciones, el salario no mostrará mejoras con relación a los precios este año, de manera que el salario real no registrará incrementos en 2013, por primera vez en 10 años, afirma Sica.

 

Mientras tanto, el costo salarial en dólares probablemente vuelva a marcar un incremento, pero muy inferior al observado en los pasados años.

 

Así, en los pasados tres años el costo de los salarios medidos en divisas se encareció a un ritmo promedio de 16,7% anual, mientras que en 2013 avanzaría apenas 1,4%.

 

Fuente: abeceb.com con base en datos de INDEC y estimaciones propias.

 

En este contexto, la pregunta relevante es qué puede suceder el año próximo con estas dos variables: salario real y costo salarial en dólares.

 

Si bien el escaso dinamismo económico tendería a limitar las demandas de incrementos de ingresos dado el estancamiento del mercado laboral, también es cierto que actualmente existe pleno empleo en muchos sectores formales.

 

Esto último fortalecerá la posición de los sindicatos en la negociación, a lo que se sumará el escaso capital político del oficialismo -de confirmarse a fin de mes la derrota sufrida en agosto-, lo que hará más complicado limitar las subas de ingresos.

 

De esta forma, la política económica sumará un nuevo desafío el año próximo, dado que deberá evitar en un contexto de escasos márgenes políticos que se desate la peligrosa carrera tipo de cambio-precios-ingresos.

 

Fuente: abeceb.com sobre la base de datos del INDEC

 

 

 

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