<p>La isla “podría emplear el fondo de emergencia de la Unión Europea (€ 750.000 millones) para sacar de apuros a bancos privados ilíquidos”. Esto se interpreta como una presión directa del BCE sobre el gobierno irlandés, para que cauterice la sangría de capitales especulativos vía Dublín y Londres.<br />
Constancio fue directo: “es preciso que ese gobierno apele a un rescate adicional (¿€ 122.000 millones?) para impedir un desborde capaz de afectar al euro, ahora en apenas US$ 1,345”. El trasfondo del asunto data de 2006/7 y se centra en la necesidad de “recapitalizar bancos castigados por el colapso de una vasta burbuja inmobiliaria”.<br />
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A criterio del funcionario, “los problemas no se limitan a iliquidez de corto plazo, también implican falta de capitales a mediano o largo término”. Pero, como el BCE no puede prestar directamente a instituciones privadas, Dublín debiera mediar. Inversores, especuladores e intermediarios tomaron las declaraciones de Constancio como indicio de otro rescate y salieron a comprar bonos soberanos. <br />
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Cabe recordar que el fondo de emergencia se estableció en mayo. Pero no se destina a la UE sino a los dieciséis miembros de la Eurozona. Por otro lado, Alemania continúa siendo promotora de una iniciativa para Irlanda que, de paso, remedie sus deudas antes de que la especulación la empuje por el camino de Grecia y, tal vez, Portugal. <br />
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Mientras, se reúnen en Bruselas los ministros de hacienda de la Eurozona para tratar la cuestión irlandesa y, claro, las mismas posibilidades de salvamento crean euforia en la plaza de títulos públicos. Pero Portugal, tercera en costos de financiamiento, teme –señala Fernando Teixeira, ministro de hacienda- que “aumente la necesidad nuestra de un rescate”.<br />
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En cuanto a Alemania, Angela Merkel había firmado el viernes 12 una declaración quíntuple que excluye de cualquier reestructuración bonos ya en el mercado, como determinará un mecanismo permanente a instaurarse en… 2013. Berlín, afirmaban a Der Spiegel operadores locales, “se dio cuenta del grave error cometido al hablar de reestructuración cuando no se ha logrado suficiente estabilidad. Hoy esto perjudica la imagen interna de Merkel, ya deteriorada por manifestaciones callejeras contra la austeridad”.<br />
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El propio Banco Central Europeo asistiría a Dublin
Se abre otra puerta en la persistente crisis de la deuda irlandesa, según reveló el miércoles en Francfort, sede del BCE, su vicepresidente, el invisible Vítor Constancio. El portugués quiere evitar contagios en varios países, el suyo en especial.