El oficialismo se quedó sin mayoría propia en el Senado

Por la experiencia acumulada en los últimos meses de deliberaciones, el oficialismo se volvió muy prudente y conservador para contar a los leales, el grupo duro de los incondicionales, porque desconfía y ya no da como propio los votos del empresario cordobés Roberto Urquía, de la chaqueña Elena Corregido y de la riojana Teresita Quintela, todos ellos votantes en negativo en el proyecto de la resolución 125 de retenciones móviles.<br />
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A estos tres, se sumaron las nuevas exigencias planteadas por el misionero Luis Viana, quien reclama al titular del Partido Justicialista nacional, Néstor Kirchner, levante la intervención del PJ de Misiones para que los afiliados decidan los próximos candidatos a las elecciones, y por el puntano Daniel Pérsico, que reclama un mayor apoyo para su proyecto político.<br />
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En este cambio de posiciones de los últimos tiempos se produjeron casos curiosos, como el del ex gobernador pampeano Rubén Marín, que votó contra las retenciones, para ahora aceptó ser vicepresidente de la Cámara, en reemplazo del renunciante Juan Carlos Romero.<br />
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Un caso similar, pero de sentido contrario, lo protagonizó ahora el catamarqueño Ramón Saadi, quien estuvo junto al gobierno en la discusión por los derechos de exportación, lo mismo que en los restantes temas controvertidos que pasaron por el Congreso, y ahora anticipó un portazo.<br />
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Curiosamente, el origen de las disidencias de los que se fueron y de los que se quedaron a medias no reside en acciones generadas en el bloque oficial, sino en cuestiones que sobrepasan el manejo parlamentario y apuntan a soluciones políticas de otro nivel. <br />

<p>Tres menos del n&uacute;mero m&aacute;gico de 37, que exige el qu&oacute;rum y la mayor&iacute;a propia para deliberar en el recinto.<br />
El tema dej&oacute; de ser un mero pasatiempo de los analistas de la pol&iacute;tica parlamentaria y se convirti&oacute; en una creciente preocupaci&oacute;n de la bancada oficial, porque ya no pueden dar garant&iacute;as de llevar al triunfo a las propuestas del gobierno que tengan aristas controvertidas, sobre todo en las relacionadas con el campo, los superpoderes y la coparticipaci&oacute;n federal de impuestos. <br />
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El piso de 34 muestra la fuerte sangr&iacute;a que sufri&oacute; el equipo oficial desde el comienzo del gobierno de Cristina Fern&aacute;ndez de Kirchner, cuando contaba con 44 adherentes del Frente para la Victoria y llegaba a 48, los dos tercios de la c&aacute;mara, con los senadores elegidos bajo el paraguas de la Concertaci&oacute;n Plural.<br />
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La dimisi&oacute;n del catamarque&ntilde;o elevar&aacute; a cinco el n&uacute;mero de renunciantes, luego del &eacute;xodo que iniciaron los santafesinos Carlos Reutemann y Roxana Latorre y siguieron los salte&ntilde;os Juan Carlos Romero y Sonia Escudero.<br />
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El bloque que nominalmente llegaba a 44 a comienzos del a&ntilde;o pasado, descendi&oacute; abruptamente a 36 durante el debate de las retenciones m&oacute;viles de julio de 2008, y el abandono repentino de 8 representantes provoc&oacute; un empate en el recinto, que oblig&oacute; a la intervenci&oacute;n del vicepresidente Julio Cobos, quien termin&oacute; por hundir el proyecto oficial con su voto no positivo.<br />
Desde esa votaci&oacute;n, la existencia de fisuras dentro de la bancada kirchnerista fue una comidilla permanente y un motivo de angustia para el bloque que dirige Miguel Pichetto, quien debi&oacute; realizar una contabilidad muy detallada de la posici&oacute;n que mantendr&iacute;an los rebeldes en cada uno de los debates que se dieron hasta fin de a&ntilde;o.<br />
De hecho, fueron reiterados los votos negativos contra las iniciativas enviadas por el gobierno nacional por parte de varios miembros del oficialismo, en particular en los temas de blanqueo de capitales, la ley de cheques y la persistencia de los superpoderes.<br />
En febrero, la renuncia de los cuatro legisladores de Santa Fe y de Salta y la anticipada ahora por Ram&oacute;n Saadi, baj&oacute; la lista p&uacute;blica de adherentes al oficialismo a 39 senadores, pero el gobierno no puede contar con todos ellos para los pr&oacute;ximos debates donde se consideren temas pol&eacute;micos relacionados en particular con el problemas agropecuarios y de coparticipaci&oacute;n de impuestos con las provincias.<br />
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