<p>Hijo de un sobreviviente de Auschwitz, fue discípulo de otro judío, Raymond Aron, en la Sorbona. “Si la crisis prosigue agravándose, Estados Unidos y la Unión Europea demoran en su recuperación económica –señala en un artículo-, las turbulencias pasarán al campo político”.</p>
<p>Desde su perspectiva, “el fenómeno ya se nota en Europa oriental, Islandia, Irlanda y los Balcanes. Es apenas el comienzo”. La caída de Nicolas Sarkozy en las encuestas francesas o la de Gordon Brown en las británicas sugiere que “Occidente también está en problemas políticos que deterioran la democracia”.</p>
<p>Por el contrario, Rusia y China no se desvelan por ella. Visto por Moïsi, “Beijing tiene más posibilidades que Moscú de eludir o superar la crisis. Los rusos, en efecto, basan su prosperidad en los hidrocarburos, no en la creación de riqueza, como los chinos”.</p>
<p>Volviendo a la UE, el politicólogo saca una conclusión casi emocional. “Sin ella o el euro –apunta-, ciertos países estarían en dificultades peores que las actuales. Pero la clave de una solución general reside en Estados Unidos”. </p>
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El nuevo riesgo es que la crisis económica puede ser política
Europa occidental tiene miedo. En Asia pujan la esperanza y las masas de desheredados musulmanes. Esta recesión puede convertirse en crisis política, si siguen fracasando cumbres como la última. Así teme Dominique Moïsi (63), un francés polémico.