El Gobierno explicó que no enviará tropas en un eventual conflicto con Irak
El Gobierno argentino le comunicó a la ONU que no participará con tropas de una guerra contra Irak, aunque podría poner a disposición del organismo internacional expertos en materias como explosivos, armas químicas y misiles.
La ratificación de la posición argentina fue hecha por el
canciller Carlos Ruckauf, quien ayer se reunió en Nueva York con
el secretario general de la ONU, Kofi Annan, mientras que el
vicecanciller Martín Redrado se entrevistó en Washington con la
plana mayor del Departamento de Estado norteamerican.
De acuerdo con lo indicado por la prensa, Ruckauf le entregó a
Annan un documento de nueve páginas que contiene una lista con
nombres de diversos especialistas de las Fuerzas Armadas
argentinas que podrían colaborar con las Naciones Unidas ante un
eventual conflicto.
En ese sentido, un matutino porteño indicó que esos
especialistas son expertos en las áreas de armas químicas,
explosivos y minas, demoliciones, polución ambiental,
intoxicaciones, tecnología nuclear y misilítica, y producción,
prueba y almacenamiento de armas químicas.
Además, en ese grupo figuran médicos especializados en
diagnosticar a víctimas de esos armamentos, así como técnicos en
pruebas de laboratorio para testeos de armas químicas.
Según se indicó, en el documento se incluyó también la oferta
de brindar un equipo de ocho hombres de la Armada para actuar en
caso de “guerra química”.
Con esta decisión, la Argentina ratificó una postura de no
participar activamente con tropas en un eventual conflicto
militar en a zona de Irak, como había ocurrido en 1991 con la
guerra del Golfo Pérsico, época en la cual el gobierno del
entonces presidente Carlos Menem envió dos naves a esa región.
“Ratifiqué que nosotros no participaremos en ningún conflicto
militar, que estamos dispuestos a cooperar en misiones
humanitarias y que respaldamos los esfuerzos de Annan para
resolver la situación planteada en Irak”, señaló el canciller lal
uego de la entrevista concretada en la sede de la ONU, en Nueva
York.
Agregó que “la respuesta la hemos comunicado, además, al
Departamento de Estado a través de nuestra Embajada en
Washington”.
La ratificación de la posición argentina fue hecha por el
canciller Carlos Ruckauf, quien ayer se reunió en Nueva York con
el secretario general de la ONU, Kofi Annan, mientras que el
vicecanciller Martín Redrado se entrevistó en Washington con la
plana mayor del Departamento de Estado norteamerican.
De acuerdo con lo indicado por la prensa, Ruckauf le entregó a
Annan un documento de nueve páginas que contiene una lista con
nombres de diversos especialistas de las Fuerzas Armadas
argentinas que podrían colaborar con las Naciones Unidas ante un
eventual conflicto.
En ese sentido, un matutino porteño indicó que esos
especialistas son expertos en las áreas de armas químicas,
explosivos y minas, demoliciones, polución ambiental,
intoxicaciones, tecnología nuclear y misilítica, y producción,
prueba y almacenamiento de armas químicas.
Además, en ese grupo figuran médicos especializados en
diagnosticar a víctimas de esos armamentos, así como técnicos en
pruebas de laboratorio para testeos de armas químicas.
Según se indicó, en el documento se incluyó también la oferta
de brindar un equipo de ocho hombres de la Armada para actuar en
caso de “guerra química”.
Con esta decisión, la Argentina ratificó una postura de no
participar activamente con tropas en un eventual conflicto
militar en a zona de Irak, como había ocurrido en 1991 con la
guerra del Golfo Pérsico, época en la cual el gobierno del
entonces presidente Carlos Menem envió dos naves a esa región.
“Ratifiqué que nosotros no participaremos en ningún conflicto
militar, que estamos dispuestos a cooperar en misiones
humanitarias y que respaldamos los esfuerzos de Annan para
resolver la situación planteada en Irak”, señaló el canciller lal
uego de la entrevista concretada en la sede de la ONU, en Nueva
York.
Agregó que “la respuesta la hemos comunicado, además, al
Departamento de Estado a través de nuestra Embajada en
Washington”.
