“La caída del dólar para nosotros tiene efectos secundarios.
Por cada 10 centavos que el dólar baja, hay unos 150 millones de
pesos menos de recaudación, con lo cual no tenemos seguridad de
que esa caída se traslade directamente a los precios”, resaltó
el funcionario.
En consecuencia, Fernández subrayó que el Gobierno busca la
“necesidad de optimizar la valoración monetaria para que no
conspire contra la recaudación ni contra la pauta fijada en el
Presupuesto”, que es de un dólar a 3,60 pesos.
Al respecto, indicó que “si eso no sucede conspiramos contra
las exportaciones, porque los exportadores colocan sus productos
de una determinada manera, con muy buena competitividad”.
Fernández justificó las últimas medidas dispuestas por el Banco
Central para flexibilizar aún más el mercado de cambios, al
sostener que las modificaciones “tienen que conducir a una
política monetaria y fiscal ordenada, que permita estabilidad”.
“En la medida en que se puedan liberar las herramientas que en
algún momento se utilizaron para contener la eventual suba del
dólar, en algún momento se va a instalar en Argentina la libre
flotación” de la moneda norteamericana, vaticinó el funcionario,
en una conferencia de prensa ofrecida en la Casa Rosada.
Al ser consultado acerca de cuál debería ser el valor real del
dólar, el ministro dijo que “en los últimos 32 años, la cotización
promedio libre está en 2,30 pesos. Pero ese precio no signica que
sea bueno”.
De inmediato, remarcó que “el mercado será quien determine el
valor” de la moneda, aunque aclaró que “se deben ir tomando
medidas que no consipiren con la racionalidad para que el dólar no
tenga fluctuaciones muy fuertes”.
“La caída del dólar para nosotros tiene efectos secundarios.
Por cada 10 centavos que el dólar baja, hay unos 150 millones de
pesos menos de recaudación, con lo cual no tenemos seguridad de
que esa caída se traslade directamente a los precios”, resaltó
el funcionario.
En consecuencia, Fernández subrayó que el Gobierno busca la
“necesidad de optimizar la valoración monetaria para que no
conspire contra la recaudación ni contra la pauta fijada en el
Presupuesto”, que es de un dólar a 3,60 pesos.
Al respecto, indicó que “si eso no sucede conspiramos contra
las exportaciones, porque los exportadores colocan sus productos
de una determinada manera, con muy buena competitividad”.
Fernández justificó las últimas medidas dispuestas por el Banco
Central para flexibilizar aún más el mercado de cambios, al
sostener que las modificaciones “tienen que conducir a una
política monetaria y fiscal ordenada, que permita estabilidad”.
“En la medida en que se puedan liberar las herramientas que en
algún momento se utilizaron para contener la eventual suba del
dólar, en algún momento se va a instalar en Argentina la libre
flotación” de la moneda norteamericana, vaticinó el funcionario,
en una conferencia de prensa ofrecida en la Casa Rosada.
Al ser consultado acerca de cuál debería ser el valor real del
dólar, el ministro dijo que “en los últimos 32 años, la cotización
promedio libre está en 2,30 pesos. Pero ese precio no signica que
sea bueno”.
De inmediato, remarcó que “el mercado será quien determine el
valor” de la moneda, aunque aclaró que “se deben ir tomando
medidas que no consipiren con la racionalidad para que el dólar no
tenga fluctuaciones muy fuertes”.