Quizás los 60.000 turistas que eligieron a Mar del Plata como destino para pasar sus vacaciones de invierno ayer se sintieron tocados por una varita mágica: la temperatura máxima trepó hasta los 24,9 grados y las playas céntricas se llenaron de visitantes y locales, quienes pudieron disfrutar de “un día de verano”, como coincidieron los meteorólogos. El buen clima sirvió aunque más no sea para aliviar la bronca de los comerciantes de la ciudad balnearia, que esperaban repetir el éxito alcanzado el año pasado en esta misma época, cuando Mar del Plata fue elegida por 250.000 turistas. En Buenos Aires, las plazas y paseos públicos recibieron gran cantidad de visitantes. Con una temperatura que alcanzó los 21,6 grados, porteños y turistas se lanzaron de lleno a las calles. La lista de preferencias fue encabezada por los bosques de Palermo, la Exposición Rural y la muestra Puertas Abiertas, de la Flota de Mar de la Armada, en Puerto Madero.
Quizás los 60.000 turistas que eligieron a Mar del Plata como destino para pasar sus vacaciones de invierno ayer se sintieron tocados por una varita mágica: la temperatura máxima trepó hasta los 24,9 grados y las playas céntricas se llenaron de visitantes y locales, quienes pudieron disfrutar de “un día de verano”, como coincidieron los meteorólogos. El buen clima sirvió aunque más no sea para aliviar la bronca de los comerciantes de la ciudad balnearia, que esperaban repetir el éxito alcanzado el año pasado en esta misma época, cuando Mar del Plata fue elegida por 250.000 turistas. En Buenos Aires, las plazas y paseos públicos recibieron gran cantidad de visitantes. Con una temperatura que alcanzó los 21,6 grados, porteños y turistas se lanzaron de lleno a las calles. La lista de preferencias fue encabezada por los bosques de Palermo, la Exposición Rural y la muestra Puertas Abiertas, de la Flota de Mar de la Armada, en Puerto Madero.