<p>Según Jens Weidmann, titular del Bundesbank, aumenta el riesgo que deriva de algunas políticas del BCE con el potencial costo para Alemania como la gran nación acreedora del continente, y esparce dudas sobre la capacidad de la eurozona para lidiar con la crisis de largo plazo del sistema financiero y de la deuda soberana.</p>
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<p>El Bundesbank teme que el emisor europeo comprometa su reputación y reclama que se vuelva a estrictas reglas en cuanto al respaldo colateral que los bancos ofrecen por estos préstamos baratos.<br />
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Esa fue la reacción alemana al anuncio del BCE de inyectar otros € 530 mil millones para aliviar al sistema financiero y restablecer liquidez (en diciembre había otorgado € 489 mil millones en créditos a tres años con 1% de interés). Es decir, en total € 1 billón (millón de millones). Mayor flexibilidad en las reglas de respaldo colateral tuvo por fin ayudar a los bancos más pequeños. Del dinero prestado en diciembre, más de la mitad de los bancos beneficiados fueron, precisamente, alemanes. <br />
De esta manera, los bancos con mayor liquidez mantuvieron sus tenencias de bonos soberanos, y en muchos casos las aumentaron.<br />
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Para los observadores, existe la posibilidad de que se haya plantado –con esta política- la semilla de una nueva crisis, ya que no se habrían advertido los riesgos de largo plazo de estas decisiones. En suma, la pregunta es qué pasará dentro de tres años si los bancos demandan otra refinanciación. Pero lo cierto es que tres años, en esta instancia, es de verdad “el largo plazo”.</p>
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El Bundesbank contra la política del BCE
Sorpresa: los analistas creían que Mario Draghi, el presidente del emisor europeo, estaba en sintonía fina con Alemania y su política para enfrentar la crisis europea. Quedó desmentido con el fuerte ataque del banco central alemán contra la nueva oleada de préstamos baratos a tres años a entidades del continente como herramienta para salir de la eurocrisis.