El bloque emergente sorprende al G-20
China, fuerte tras eludir la crisis occidental de 2007/09, convoca el jueves a India, Brasil, Rusia, Sudáfrica y Turquía, como observadora. Esta reunión contrasta con la cita del G-20, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, el viernes.
13 abril, 2011
<p>Según el FMI, este nuevo G-5 es por demás irregular. En términos de producto bruto interno, las cifra de 2010 son claras: 0,5% para Sudáfrica, 2,1% para Brasil, 2,2% para Rusia, 4% para India y 9,8% para China. Pero los integrantes del grupo barajan cifras más altas en dos casos (India con 5%, Rusia con 4%). En términos comerciales, el quinteto representaba US$ 230.000 millones de volumen, pero el intercambio dentro del grupo subía en 2010 al ritmo de 28% anual.<br />
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En tamaño hay tres gigantes (Rusia con 17 millones de km2, China con 9.600.000, Brasil con 8.500.000), uno mediano (India con 3.300.000) y uno chico (Sudáfrica con 1.200.000). Respecto de población, Beijing va al frente (1.340 millones), seguida de Delhi (1.180 millones), Brasil (203 millones), Rusia (140 millones) y Sudáfrica (50 millones).<br />
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El encuentro en una isla meridional, próxima a Vietnam, es claramente geopolítico. Por ejemplo, el G-5 arribará al G-20 con una agenda común propia, hecho que acentuará la <em>capitis diminutio </em>del segundo. <br />
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También pesará la jerarquía de los cinco partícipes: los presidentes Hu Jintao, Dimitri Medvedev, Dilma Rousseff, Jacob Zuma y el primer ministro Manmohan Singh.<br />
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Un síntoma del cambio es un comentario de Tao Wenzhao, de la universidad Tsinghua. “Bajo un sistema político y económico dominado por Occidente –sostiene-, riqueza y poder mundial han sido durante generaciones distribuidos en forma inicua para los países en desarrollo. “Es hora de que las economías emergentes adopten otro esquema colectivo de gestión”.<br />
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Sin duda, Hainan no carece de aristas, por caso las divergencias entre China y los restantes cuatro sobre el yüan, los combustibles, Libia y la composición del consejo de seguridad. Pero las catástrofes japonesas de marzo y abril hacen puente entre el G-5 y el G-20. Como temen economistas sistémicos –Joseph Stiglitz, Paul Krugman, Jeffrey Sachs-, Tokio puede ceder varios puestos en el orden mundial y demorar años en recobrarlos. <br />
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