Durante el debate de doce horas que requirió el tratamiento del
frustrado pedido de expulsión contra Barrionuevo no hubo sorpresas
y todos los senadores del PJ mantuvieron su postura inicial:
algunos fueron por la “cabeza” del sindicalista, mientras que la
mayoría del bloque optó en torno al senador.
En la semana previa al debate se pudo vislumbrar el ánimo del
bloque justicialista, cuando su titular Miguel Angel Pichetto
manifestó que “cualquiera sea la resolución del tema Barrionuevo,
todo es pérdida” para la bancada que preside.
Pero no todos sus compañeros de bancada coincidían en esto,
sabedores de que el costo político sería alto.
Al respecto, los ocho senadores justicialistas que impulsaron
la expulsión de Barrionuevo parecieron priorizar su imagen ante la
sociedad de cara al próximo proceso electoral.
Pero la mayoría del oficialismo dio prioridad –al margen de
cualquier costo político– a la defensa de Barrionuevo, de modo de
evitar ceder un espacio de poder a la oposición.
En esta misma línea se anotaron los senadores por Buenos Aires,
Antonio Cafiero y Mabel Müller, y el riojano Jorge Yoma, entre
otros legisladores que utilizaron ayer sus minutos en el recinto
para defender la postura de su compañero de bancada.
En tanto, los senadores alineados con el ex presidente Carlos
Menem también se pronunciaron en contra de la expulsión desde la
primera reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales, a
principios de mes.
En aquella ocasión, Eduardo Menem había marcado una línea al
exigir a sus pares “pruebas razonables” para juzgar a Barrionuevo
y exigir para su compañero “el debido proceso” durante el
desarrollo acusatorio.
Al legislador riojano se sumaron los representantes por Salta,
Marcelo López Arias y Sonia Escudero, quiénes compartieron opinión
con Carlos Verna y Carmen Gómez de Bertone, ambos representantes
de La Pampa.
Una nota destacable quizás fue la ausencia en el recinto –y en
Buenos Aires– del senador por Santa Fe Oscar Lamberto, quien no
asistió al cónclave por haber viajado a una reunión del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), en Roma.
Lo curioso es esta ausencia fue que Raúl Baglini (UCR-Mendoza),
quien viajó con Lamberto a Italia, sí estaba sentado en su banca
en el día de ayer.
En la vereda de enfrente, por la expulsión de Barrionuevo se
encontraban Cristina Fernández de Kirchner –esposa del gobernador
Néstor Kirchner, el candidato a presidente que cuenta con el apoyo
del Gobierno– y la puntana Liliana Negre de Alonso, alineada con
Adolfo Rodríguez Saá.
A ellas se le sumaron Raúl Ochoa y Nicolás Fernández, senadores
por San Luis y Santa Cruz respectivamente, y Marcelo Guinle
(Chubut) amigo personal de Nestor Kirchner y el último
justicialista en sumarse al “pelotón” que pidió la exclusión.
Fuentes del oficialismo confían en que luego de las elecciones
presidenciales del 27 de Abril, el bloque volverá a unirse en
torno al ganador, pero advierten que mientras tanto, deberán
trabajar arduamente para que no se “quiebre” el bloque como
ocurrió con sus pares de la Cámara Baja.
Durante el debate de doce horas que requirió el tratamiento del
frustrado pedido de expulsión contra Barrionuevo no hubo sorpresas
y todos los senadores del PJ mantuvieron su postura inicial:
algunos fueron por la “cabeza” del sindicalista, mientras que la
mayoría del bloque optó en torno al senador.
En la semana previa al debate se pudo vislumbrar el ánimo del
bloque justicialista, cuando su titular Miguel Angel Pichetto
manifestó que “cualquiera sea la resolución del tema Barrionuevo,
todo es pérdida” para la bancada que preside.
Pero no todos sus compañeros de bancada coincidían en esto,
sabedores de que el costo político sería alto.
Al respecto, los ocho senadores justicialistas que impulsaron
la expulsión de Barrionuevo parecieron priorizar su imagen ante la
sociedad de cara al próximo proceso electoral.
Pero la mayoría del oficialismo dio prioridad –al margen de
cualquier costo político– a la defensa de Barrionuevo, de modo de
evitar ceder un espacio de poder a la oposición.
En esta misma línea se anotaron los senadores por Buenos Aires,
Antonio Cafiero y Mabel Müller, y el riojano Jorge Yoma, entre
otros legisladores que utilizaron ayer sus minutos en el recinto
para defender la postura de su compañero de bancada.
En tanto, los senadores alineados con el ex presidente Carlos
Menem también se pronunciaron en contra de la expulsión desde la
primera reunión de la Comisión de Asuntos Constitucionales, a
principios de mes.
En aquella ocasión, Eduardo Menem había marcado una línea al
exigir a sus pares “pruebas razonables” para juzgar a Barrionuevo
y exigir para su compañero “el debido proceso” durante el
desarrollo acusatorio.
Al legislador riojano se sumaron los representantes por Salta,
Marcelo López Arias y Sonia Escudero, quiénes compartieron opinión
con Carlos Verna y Carmen Gómez de Bertone, ambos representantes
de La Pampa.
Una nota destacable quizás fue la ausencia en el recinto –y en
Buenos Aires– del senador por Santa Fe Oscar Lamberto, quien no
asistió al cónclave por haber viajado a una reunión del Banco
Interamericano de Desarrollo (BID), en Roma.
Lo curioso es esta ausencia fue que Raúl Baglini (UCR-Mendoza),
quien viajó con Lamberto a Italia, sí estaba sentado en su banca
en el día de ayer.
En la vereda de enfrente, por la expulsión de Barrionuevo se
encontraban Cristina Fernández de Kirchner –esposa del gobernador
Néstor Kirchner, el candidato a presidente que cuenta con el apoyo
del Gobierno– y la puntana Liliana Negre de Alonso, alineada con
Adolfo Rodríguez Saá.
A ellas se le sumaron Raúl Ochoa y Nicolás Fernández, senadores
por San Luis y Santa Cruz respectivamente, y Marcelo Guinle
(Chubut) amigo personal de Nestor Kirchner y el último
justicialista en sumarse al “pelotón” que pidió la exclusión.
Fuentes del oficialismo confían en que luego de las elecciones
presidenciales del 27 de Abril, el bloque volverá a unirse en
torno al ganador, pero advierten que mientras tanto, deberán
trabajar arduamente para que no se “quiebre” el bloque como
ocurrió con sus pares de la Cámara Baja.